domingo, 1 de julio de 2012

167. Una noche con luna llena y estrellas

La noche está acabando, pero no está preparado para aceptarlo. A veces tenemos que ir en contra de la lógica en nuestra búsqueda de la felicidad.

Son las cuatro de la mañana. Han encendido las luces, la música ha parado y los encargados, de un modo perfectamente ensayado, les van guiando educadamente hacia la salida.

Elsa le recompensa con una nueva sonrisa, la última en una noche llena de ellas, y le abraza con cariño. Toni responde al abrazo mientras cierra los ojos. Recuerda una película deliciosamente extraña que vio tiempo atrás, "Cashback", en la que un joven tenía el poder de detener el tiempo. Ojalá él también tuviera hacerlo y perpetuar ese instante por toda la eternidad.

- Supongo que es hora de irse a casa - dice Elsa, menos convencida que nunca

"Piensa", se dice Toni. "Piensa, piensa, piensa". "Y hazlo rápido antes de que se te escape entre los dedos".

Incapaz de encontrar una respuesta lo suficientemente ingeniosa o inteligente, lo fía todo a la suerte. Es una decisión a la desesperada, pero le importa. Hará todo lo posible por prolongar ese momento. Lo desea con todas sus fuerzas, como hace mucho que no deseaba algo.

- Podríamos buscar a ver si hay algún bar que aún esté abierto - propone

Para su sorpresa, Elsa asiente con la cabeza y empiezan a andar. Lo hacen en silencio, disfrutando de una bonita noche de luna llena y estrellas en el cielo.

- Realmente no creo que haya nada abierto - confiesa Toni con timidez
- Lo sé - responde Elsa

Se cogen de la mano y siguen caminando.




No hay comentarios:

Publicar un comentario