jueves, 12 de julio de 2012

178. El amor de su vida

Álex está acostumbrado a pedir opinión, no permiso. Sin embargo en este caso concreto esto es exactamente lo que está haciendo. Necesita una bendición para poder continuar adelante.

Ha ido a visitar a Yolanda, la madre de Anabel. Aún no sabe en qué acabarán las cosas con Kim, pero en cualquier caso necesita saber que está haciendo lo correcto. Que no es demasiado pronto, que no está siendo desleal. Que le está permitido enamorarse de nuevo.

La mujer le ha escuchado mientras le hablaba de Kim. Sonríe de un modo bondadoso y sincero.

- En el entierro llegué a odiarte un poco, ¿lo sabes ? - hace una pausa para tomar un sorbo de café y prosigue - Te miraba, tan desencajado, tan triste, y me decía "no puedo entender que esté sufriendo casi más que yo, que soy su madre". Pero tú la querías de verdad, ¿no es cierto?
- Pase lo que pase, siempre será el amor de mi vida

Yolanda niega con la cabeza. Deja la taza sobre la mesa y coge a Álex de las manos.

- No, cielo. Tú fuiste el amor de su vida, pero ella no puede ser el amor de la tuya

"La idea de la media naranja es bonita, pero irreal. Sólo podemos enamorarnos de quienes conocemos, es así de sencillo. Y si esa persona no se hubiera cruzado en nuestro camino, habríamos amado a otra distinta. Y está bien. Así debe ser".

"Sé que quisiste a Anabel con toda tu alma. Pero si las cosas salen bien con esa chica, Kim, has de quererla a ella igual. Me enfadaría mucho si no fuera así. Porque la vida sigue y tú tienes que seguir con ella. Que hagas sitio para otra mujer en tu corazón no significa que vayas a desterrar el recuerdo de mi hija".

Álex comienza a llorar. Son lágrimas de añoranza, de felicidad, de tristeza. Lágrimas sinceras.

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