jueves, 31 de mayo de 2012

136. Disfruta el momento

- Hola, extraño

Javi quiere mostrarse sorprendido, confuso. Hasta un poco molesto. Pero descubre que lo único que la llamada de Sara despierta en él es una cálida sensación de alegría.

- Vaya, esto sí que no me lo esperaba
- No es como un beso a traición en los labios, pero bueno, yo también sé cómo coger a alguien por sorpresa

El guionista está a punto de entrar en el plató, pero por alguna razón no le apetece continuar la conversación dentro del edificio, por lo que se da media vuelta y comienza a caminar por el aparcamiento arriba y abajo, sin detenerse mientra habla. Y sin perder la sonrisa.

Sara no le llama por ningún motivo en especial. Es lo que averigua con el paso de los minutos, no es que se lo haya preguntado. El gran encanto de la conversación es que fluye de un modo natural, sin pausas incómodas y sin que ninguno de los dos tenga la sensación de que todo forma parte de un guión planeado para llegar a algún sitio. Están improvisando. Y ambos lo disfrutan.

En el fondo resulta tan curioso como frustrante. La de tiempo que pasó forzándose a sí mismo a actuar con normalidad con Sara,  y justo ahora que ya ha dejado de importarle es cuando más a gusto se siente con su ex-novia.

Quizás ahí esté la clave. En que ya no siente la presión. No se siente obligado a intentar nada ni espera resultados concretos. Ni siquiera está seguro de si habrá una próxima conversación. Así que, movido por la incertidumbre pero sin sentirse esclavo de ella, decide aprovechar al máximo esos minutos al teléfono. Sólo por si acaso.


miércoles, 30 de mayo de 2012

135. Traiciones

¿Existe la traición?

Antes estaba convencido de que sí, pero Javi cada vez lo tiene menos claro. Es decir, si una persona decepciona a otra, si la abandona a su suerte... ¿realmente la ha traicionado o únicamente está revelando su verdadera naturaleza?

Más aún, cuando uno dice que "se ha traicionado a sí mismo", ¿hasta qué punto es eso cierto? ¿Actuamos en contra de lo que somos o de lo que nos gustaría ser? Porque descubrir que no somos tan fuertes, tan nobles, tan independientes como nos creemos puede ser una gran desilusión. Pero si siempre hemos sido así, aunque nos avergüence reconocerlo, entonces ¿seguimos hablando de traición?

Piensa en Sara, en el tiempo que estuvieron juntos. En lo enamorado que estaba de ella. En lo enamorada que ella parecía estar de él. Pero ahí está el matiz, en la palabra "parecía". Porque no puede estar seguro. Quizás sólo deseaba estarlo y lo intentó con todas sus fuerzas. Hasta que la realidad le dio una lección que, paradójicamente, le dolió a él mucho más.

Sin embargo el hecho de que su novia se acostara con otro significa que algo no iba bien entre ellos. Javi nunca ha creído en las excusas baratas de los "impulsos", los "errores", los "no sé qué me pasó". Tonterías. Uno siempre sabe lo que está haciendo. Lo que quizás desconozcamos son las repercusiones de nuestras acciones. Pero son conceptos diferentes.

Tomamos nuestras propias decisiones y tenemos que aprender a vivir con ellas. Lo que significa asumir que existe la posibilidad de no ser perdonados por nuestros actos. 

Nos creemos héroes cuando en ocasiones no somos más que unos mierdas pretenciosos.


martes, 29 de mayo de 2012

134. Entre líneas

- Hola - saluda tímidamente Álex
- ¡Hola! Qué sorpresa... cuánto tiempo. La verdad es que no estaba segura de si volvería a verte
- ¿Por qué dices eso? Sólo...sólo estaba tomándome un respiro. Ya sabes, para..
- Claro

Kim abre la puerta del despacho. Tarda un rato en darse cuenta de que el chico aún no ha cruzado el umbral. Que está esperando su aprobación para hacerlo. Le hace un gesto para que entre.

- Pasé ayer por aquí, pero la consulta estaba cerrada
- ¿Ayer? Oh, es cierto, ayer no vine porque...
- Día libre con tu novio. Lo sé, tu vecina me lo dijo
- Bueno,en realidad lo que pasó es que...
- Me alegro por ti

Se sienta en el sofá donde habitualmente hablaba durante las sesiones. Al caer en la cuenta se levanta como un resorte y se dirige a la ventana.

- Álex...perdona que te lo pregunte, pero... ¿ocurre algo? Quiero decir... tú...
- Oh, no, no. Sólo pasaba por aquí y pensé en decir hola. Ya me voy. Pero podemos quedar un día para tomar algo...si tú quieres, claro
- Sí, sí. Por supuesto

Álex le da dos besos en la mejilla y se marcha. Ya a solas, Kim se deja caer sobre su silla.

Lo que acaba de pasar entre ellos no se corresponde con el diálogo mantenido. Como si cada palabra contuviera un mensaje secreto que arde en deseos y temor a la vez de ser descubierto.



lunes, 28 de mayo de 2012

133. Príncipes azules

Los príncipes azules no existen. Y, ya puestos, tampoco las princesas desvalidas que necesitan que aparezca su héroe para salvarlas porque ellas son incapaces de hacer frente a los problemas. Pensándolo bien, los cuentos de hadas ofrecen unas enseñanzas bastante peligrosas.

No existen, y aún así Kim ha tardado en perder la esperanza. No es que sea ingenua (siempre ha sido más inteligente de lo que muchos creen) pero en su fuero interno opina que las historias infantiles tienen cierta belleza de la que el mundo en el que le ha tocado vivir carece.

Como, por ejemplo, la idea del amor puro. Los amantes destinados a encontrarse, los besos que rompen maldiciones y el "felices para siempre". Si existiera algo así, ¿quién no dejaría todo su cinismo de lado para abrazar un ideal tan maravilloso? Merecería incluso la pena asumir el rol de princesa desvalida. Porque el orgullo no da tanta felicidad como el amor.

Por supuesto, sabe que está hablando de un imposible. La realidad, como siempre, es mucho más mundana y racional. La magia se diluye entre pruebas científicas. Feromonas, aspectos psicológicos, el don de la oportunidad...

Nos fijamos en el físico. Nos motiva lo prohibido y nos aterroriza el compromiso. A veces conocemos a la persona indicada en el momento equivocado y todo se va al traste.  Obstáculos y más obstáculos que no tienen cabida en el mito del príncipe azul.

Allí todos los problemas se solventan. En la vida real no. Tan simple como eso.

Kim le da vueltas a estos pensamientos mientras se dirige a su consulta. Lo que no espera es encontrarse a Álex en la puerta, esperándola, con su sonrisa melancólica. Y, al verle, Kim recae en su viejo hábito y desea, con todas sus fuerzas, creer en los cuentos de hadas.


domingo, 27 de mayo de 2012

132. Celos

Javi llega al hotel sin ganas de hablar sobre su día. Pero entonces Toni le cuenta que ha conocido a Lorena y comprende que, en comparación, preferiría estar relatando todos los sucesos del día.

Está celoso. Lo sabe desde el primer momento, al menos no se engaña a sí mismo. No quiere compartir a Lorena con nadie. Su historia debería ser sólo suya, sin intromisiones, sin nuevos jugadores sobre el tablero. Él la conoció primero, fue su primer amigo. 

Por supuesto, nada de eso es verdad. Antes de que llegara al pueblo, Lorena ya tenía amigos y una vida. Pero no tenían nada que ver con el guionista, de manera que, en su cerebro, eso no cuenta. 

Es como lo que sucede en el amor. Podemos entender que nuestras ex parejas rehagan sus vidas con una nueva persona. Pero si se trata de alguien a quien conocemos, un amigo...es una conexión demasiado íntima, demasiado profunda. Y por alguna razón, nos molesta mucho más.

Lo cierto es que las personas a las que queremos tenían una vida antes de nosotros y seguirán teniéndola después. Aún así, deseamos pensar que nosotros nos llevamos la mejor parte. No soportamos la idea de ser sólo una nota a pie de página en la vida de alguien que fue tan importante en nuestra existencia.

Javi quiere que Toni sea feliz. Pero una parte de él desea que lo consiga con una desconocida y no con Lorena. Se siente como si le estuviera robando su sitio, su papel, sus recuerdos.

Al final es una cuestión de inseguridades y egos. La base de los celos. El temor a que exista alguien que pueda triunfar donde nosotros fracasamos. 

No dice nada. Pero un dolor en el lugar en el que siempre ha creído que se aloja el alma le mantiene en vela buena parte de la noche.


sábado, 26 de mayo de 2012

131. Palabras malditas

Jorge sabe que algo va mal antes incluso de que Silvia abra la puerta de casa. Tampoco tiene demasiado mérito. Lleva esperando este momento desde hace una semana. Podría esperarlo eternamente. El temor a que todo se desmorone le mantiene alerta las 24 horas del día.

Silvia entra, le da un beso y se quita la chaqueta, pensando en la mejor manera de hacer que la conversación parezca casual. Lleva ensayándolo todo el trayecto a casa, y aún así no logra que sus palabras suenen del todo naturales.

- ¿A que no sabes quién ha regresado a la película? Javi 

Lo dice con una mezcla de emociones que hace imposible discernir cual es la predominante. Lo peor es que Jorge podría jurar que la rabia no está incluida en la lista final de sentimientos, lo que resulta tan desolador como preocupante. 

Es mezquino y egoísta, lo sabe. Pero preferiría que la preocupación de Silvia fuera por tener que compartir plató con alguien a quien odia, y no por hacerlo con alguien a quien aún ama.

Ajena a los pensamientos de su novio, Silvia medita sobre sus opciones. Sería un buen momento para confesarlo todo, se dice a sí misma. Está convencida de que Jorge la ama y es muy posible que la perdonara.

Sería un buen momento para hablarle de sus sospechas, ya casi certezas, piensa él. Cree que si elige bien sus palabras, ella optará por seguir a su lado y no abandonarle.

Y sin embargo ninguno abre la boca. Porque hay palabras que están malditas y que, una vez que se pronuncian, tienen consecuencias imprevisibles. Así que, guiados por el miedo a lo que pueden perder, permanecen en silencio, custodios individuales de un secreto compartido por ambos.


viernes, 25 de mayo de 2012

130. Después del final

El corazón humano es tan voluble como caprichoso. Lo que hoy ansiamos, mañana podemos odiarlo con todas nuestras fuerzas. Anhelamos lo que ayer ignorábamos con determinación.

Hubo un breve periodo de tiempo en el que Javi contenía la respiración al doblar cada esquina en el plató, deseando ver a Silvia a lo lejos. Su día mejoraba sólo con respirar el mismo aire que ella.

Hoy, por el contrario, lleva todo el día tratando de evitarla a toda costa. Consciente de que no podrá hacerlo eternamente. Pero sintiendo al mismo tiempo que aún no está preparado para quedarse a solas con ella. No sabe qué decirle. No sabe qué sentir. Y la incertidumbre es el peor de los sentimientos. Totalmente imprevisible e incontrolable. Dos palabras a las que siempre ha temido.

Su historia terminó. Pero en la vida real no hay fundidos a negro ni títulos de crédito, así que la vida sigue incluso cuando creemos haberle dado carpetazo a nuestro relato. Aquí no existe la simetría, los finales perfectos, las historias redondas. Vivimos en un mundo confuso y desorganizado.

Piensa que ha ganado la batalla a este día cuando encuentra a Silvia en la puerta de entrada.

- ¿Vas a evitarme todo el rodaje?- pregunta Silvia, tan directa como siempre
- Yo no... tienes razón, es infantil. Simplemente no sabía qué decir. En fin, ¿cómo estás?
- Bien - contesta una Silvia que acaba de darse cuenta de que ella tampoco sabe muy bien cómo abordar la situación

Javi sigue caminando, pero tras avanzar unos metros se gira de nuevo hacia la chica.

- Conseguiremos que esto funcione. Te lo prometo

Pero no sabe si se refiere al trabajo o a su amistad. En cualquier caso, tampoco está seguro de estar siendo del todo sincero.


jueves, 24 de mayo de 2012

129. Muros invisibles

La máquina del tiempo se ha puesto en marcha y las consecuencias, a largo plazo, pueden ser catastróficas. Está advertida. Lo sabe. Y aún así, sigue adelante con su carrera suicida.

Por qué ha vuelto con Carlos es algo que Kim no termina de entender del todo. Aunque lo cierto es que tampoco se ha interrogado seriamente al respecto. "Si piensas que la respuesta no te va a gustar, no te formules la pregunta, bonita". Es el consejo gratis que se ha ofrecido a sí misma. Y no le parece nada desacertado.

Lo peor del caso es que en estos días ha recordado fácilmente por qué le gustaba tanto este chico. Por contra, aún no se atisban en el horizonte los comportamientos que le hicieron alejarse de él como de la peste. Pero están ahí. Ella lo teme. Lo sabe. Aunque desee engañarse al respecto.

Carlos parece otro. Pero no es otro, es Carlos, ¿verdad? Quizás sea un nuevo Carlos, una versión 2.0. Pero los seres humanos no cambian. Sólo se actualizan un poco, disimulan mejor sus defectos. A veces logran mentirse a sí mismos el tiempo suficiente como para creer en los milagros. Pero al final un día se miran al espejo y comprenden que siguen siendo ellos mismos.

Así que por una parte disfruta de la atención, del cariño, de los momentos de ternura (usará todos los términos que pueda con tal de no nombrar el amor) Pero por otra vive con el miedo constante a descubrir que todo es una broma macabra. A ver al Carlos al que ya no quería ver.

Por muy listos que nos creamos, todos vivimos en un estado de perpetua confusión. Y Kim no es diferente. Está encerrada entre muros invisibles. Una cárcel en la que se debate entre lo que desea, lo que necesita y lo que tiene. Tres cosas que, por desgracia, rara vez coinciden, como términos antagónicos en constante lucha que se llevan por delante muchas de nuestras ilusiones.

miércoles, 23 de mayo de 2012

128. Tanteos

- Hola, ¿quieres una entrada? - pregunta Lorena, al ver al chico acercarse a la taquilla
- A decir verdad lo que quería realmente era conocerte
- ¿Perdón?

La taquillera se pone a la defensiva y Toni se da cuenta de que todo sonaba mejor en su cabeza. Así que retrocede un paso, decidido a demostrar que no es un lunático.

-  Perdona. Yo...me llamo Toni. Soy amigo de Javi...el guionista
- ¿Y te ha mandado a ti para intentar hacer las paces? - replica Lorena, furiosa
- Ni siquiera le dije que iba a venir - explica, y al hacerlo cae en la cuenta de que no está seguro de que a Javi le parezca bien - Pero me ha hablado tanto de ti que tenía que conocerte. Eso es todo.

Lorena sigue con las cejas arqueadas, pero poco a poco comienza a relajarse. Su instinto, ese en el que tanto confía, le dice que no hay nada que temer. 

- Vale, pero quiero que quede claro que sigo enfadada con ese gilipollas
- Cuidado. Me caes bien, pero él me cae mejor - le advierte Toni

Lejos de molestarse, a Lorena le parece enternecedor ese pequeño gesto protector para con su amigo. Ahí es cuando Toni consigue terminar de ganársela. Los dos se sonríen

- Por cierto - dice el chico - Admito que no soy un gran fan de Amelie
- Tengo tiempo para hacer que cambies de idea
- No sabes lo cabezota que puedo llegar a ser
- Ni tú lo convincente que puedo llegar a ser yo

Se echan a reír. Y de esta manera tan sencilla se crea entre ellos un vínculo destinado a perdurar.

martes, 22 de mayo de 2012

127. La semana de Lorena

7 días. 10.800 minutos. 604.800 segundos. A veces una semana se reduce simplemente a eso, a medidas de tiempo que se desgranan entre los dedos sin que nada significativo suceda. Pero en ocasiones es lo que tarda tu vida en cambiar para siempre.

Para Lorena su semana ha sido complicada, aunque cuando en el futuro piense en el término "complicada" se echará a reír, dándose cuenta de lo tonta que ha sido intentando poner etiquetas precipitadas a las cosas.

En los últimos días ha hablado con su amiga Laura, a la que ha prometido que visitará en verano.  Y luego se ha enfadado definitivamente con Chema. El segundo amigo al que deja de hablar en un breve periodo de tiempo. Seguro que no es un record, pero aún así siente que las cosas no están saliendo todo lo bien que deberían.

Y sin embargo, pese a todo, sólo ha sido una semana de transición para Lorena. Es curioso cómo no somos capaces de ver nunca cuándo comienza realmente nuestra historia. Hasta ahora ha sido una actriz secundaria en el relato de Javi. Pero ahora por fin está preparada para convertirse en protagonista de su propio destino.

Lorena está sentada en la taquilla del cine, aburrida como casi siempre, pensando en sus cosas. Desprotegida ante los acontecimientos, sumida en una rutina que le está empezando a ganar la batalla. Y entonces todo su mundo se pone patas arriba, con la llegada de un misterioso visitante.

Cada revolución empieza con un gesto que parece mundano. Por eso nada hace suponer que la aparición de Toni en el cine vaya a suponer un gran giro en los acontecimientos. No obstante, como casi siempre ocurre, las apariencias engañan.




lunes, 21 de mayo de 2012

126. Reentré

Entra en el plató como si nunca se hubiera ido. Hasta hace dos segundos le parecía una gran idea, pero de repente le entran las dudas. Quizás tendría que haber avisado a alguien de que iba a presentarse. Quizás su productor sólo intentaba ser amable, pero realmente no pensaban esperarle. Puede que seguridad le escolte a la salida de un momento a otro...

Que de repente se haga un silencio sepulcral cuando el equipo repara en su presencia no ayuda a disipar los miedos de Javi. Por suerte para él, Eli se encuentra en el plató. Y, al verle, lanza un pequeño grito de júbilo y corre a abrazarle, dejándole casi sin respiración.

- ¡Has vuelto! - clama con júbilo

Poco a poco, más gente se acerca a saludarle. Parecen contentos de tenerle de vuelta. Y el guionista se tranquiliza y decide que quizás no sea tan difícil retomar la senda de la normalidad.

Hasta que ve a Silvia.

La cara de la chica lo dice todo. No, no se esperaba encontrarle allí de nuevo. Y no, no hubiera estado nada mal avisarla, aunque fuera con un escueto mensaje. Eso es lo que transmiten sus gestos. Sin embargo sus labios únicamente aciertan a pronunciar una sola palabra

- Hola
- Hola - responde Javi

Roberto aparece en el plató, aparentemente contento con la noticia de su regreso. Javi se da media vuelta y saluda efusivamente a su productor, agradeciéndole la escapatoria que acaba de ofrecerle involuntariamente. Tendrá que hablar más tarde con Silvia, por supuesto. Pero no antes de poder preparar un primer guión que no implique frases inconexas y balbuceantes.

domingo, 20 de mayo de 2012

125. Como siempre supiste, el mundo no se detuvo

Aunque esperaba levantarse pronto, cuando se quiere dar cuenta ya son las diez y media. Álex se despierta con algo de cansancio pero mucha determinación. Se afeita, se da una ducha y sale de casa silbando.

Llega al despacho de Kim sólo para comprobar que está cerrado. Llama a la puerta con dos golpes secos, pero no recibe respuesta. De repente tiene el presentimiento de que algo no va bien. 

La puerta contigua es una asesoría. Álex se asoma y, poniendo la mejor de sus sonrisas, pide ayuda a una señora de mediana edad que está sentada tras el mostrador y que le mira extrañada.

- Perdone, por casualidad no sabrá qué pasa con la consulta de la psicóloga de al lado. Estoy llamando, pero no me contesta
- ¿Eres un paciente?
- Sí...más o menos - acierta a decir antes de darse cuenta de que está dando más explicaciones de lo necesario, por lo que corta el grifo de palabras y las sustituye por una nueva sonrisa

La señora le evalúa con la mirada, mientras intenta decidir si fiarse del chico o no.

- Qué raro que no te avisara. Ayer me dijo que se cogía el día libre para pasarlo con su novio
- ¿Novio?

Hace la pregunta, pero no espera una respuesta. Ha sido más bien un acto reflejo, acompañado por la desaparición de cualquier esbozo de sonrisa.

Y mientras intenta salir del shock se da cuenta de que, aunque lo dijo muchas veces, nunca pensó en serio que durante su retiro el resto del mundo eligió seguir adelante con sus vidas. Y que esto siempre implica el riesgo de resultados inesperados, de esos que te apuñalan el corazón con saña.

sábado, 19 de mayo de 2012

124. Explicaciones a preguntas nunca formuladas

La ropa le delata. Javi va vestido exactamente igual que en la casa de la playa, lo que significa que no ha estado en su casa....al menos no más de cinco minutos, lo suficiente como para coger varias camisas y hacer la maleta a toda prisa. Esa es la conclusión a la que llega Toni, basándose en sus nada desdeñables dotes observadoras.

- ¿Se puede saber dónde has pasado la noche? - pregunta divertido
- En casa de Sara - ni siquiera se plantea fabricar una elaborada mentira, sobre todo teniendo en cuenta quién  es su interlocutor - La llamé y quedé con ella en su apartamento
- Ya veo
- No pasó nada entre nosotros 
- Yo no te he preguntado eso

Pero su sonrisa sibilina le delata. Está disfrutando con la situación. Y la reacción de su amigo y sus explicaciones de más no hacen más que acrecentar la diversión.

Si Javi no estuviera tan ofuscado intentando justificarse, se daría cuenta de que Toni le está tomando el pelo. A decir verdad incluso se alegra de lo sucedido. Porque a pesar de la traición de Sara, en el fondo siempre ha creído que los dos formaban una magnífica pareja. Y los grandes dramas del pasado a veces se convierten en una simple nota a pie de página en el libro del futuro.

Toni coge su bolsa, se la cuelga en el hombro y comienza a caminar, tratando de aparentar indiferencia, como si el tema ya hubiera quedado zanjado.

- Creo que nos toca embarcar - señala con un fingido tono neutro
- No pasó nada - se reafirma Javi, logrando despertar una nueva sonrisa en el rostro de su amigo


viernes, 18 de mayo de 2012

123. Empezar de cero

Toni llega al aeropuerto con mucha antelación. Es una de sus manías. Lo cierto es que no le molesta esperar durante horas. Es una persona solitaria, así que se ha acostumbrado a aprovechar estas ocasiones para intentar ordenar un poco sus pensamientos.

No tiene un plan. Al menos no uno demasiado elaborado, de esos con los que le gusta contar. Siempre intenta ir dos pasos por delante. Lo que en el fondo es bastante estúpido, porque hasta ahora ese planteamiento no le ha ido demasiado bien. Pero sigue pensando que es lo correcto.

Sin embargo esta vez se está lanzando a la aventura. Sólo quiere alejarse, ver cómo todo se quema hasta los cimientos y renacer de entre las cenizas, con menos equipaje a la espalda.

Sabe que no es tan sencillo, que el pasado jamás desaparece del todo. Incluso entiende que hay quienes puedan pensar que sólo se está tomando unas vacaciones de sí mismo, aunque aún no lo sepa. No le importa. Ahora mismo intenta centrarse en el presente más inmediato.

A pesar de su carácter, a pesar de su falta de empatía, la nómina de actores secundarios en su vida es sorprendentemente larga, aunque muchos no vengan al caso en esta historia. Y es consciente de que debería empezar a acortarla. Aunque hacerlo tampoco tenga repercusiones directas sobre esta segmentada selección de los acontecimientos de su vida.

Es un libro cerrado al que todos creen conocer. Pues bien, mejor para ellos si es así. Aunque está casi seguro de que se equivocan. Lo importante es dejar de sorprenderse negativamente a sí mismo.

Ha cometido errores. Y no hay nada de malo en ello. Siempre y cuando aprenda a no repetir dos veces las mismas equivocaciones.

jueves, 17 de mayo de 2012

122. Viejos sueños, recuerdos que sobreviven

Debería estar en su casa, preparando la maleta. Y sin embargo Javi se ha pasado buena parte de la noche en el piso de Sara, como si las agujas del reloj corrieran en sentido contrario.

- Si te soy sincera, me sorprende que estés aquí - admite la chica mientras se sirve otra copa - Después de nuestro último encuentro creí que jamás volvería a verte. ¿Qué te impulsado a llamarme?

No hay acritud en la pregunta, sólo sincera curiosidad. A pesar de lo que sería lógico pensar, ninguno de los dos se siente incómodo ni levanta la guardia más de lo necesario. Cuando ya no esperas nada, pierdes el miedo a ser tu mismo.

- No lo sé - contesta Javi, mientras le da vueltas al tema - Supongo que odio que las cosas no salgan como me gustaría. Siempre creí que...vale, es estúpido, pero creí que tú y yo acabaríamos juntos. Y a ratos aún me revelo contra la idea de que al final no haya sido así.

Sara se acerca a su ex novio y le besa en la mejilla.

- Hacíamos una buena pareja, ¿verdad?
- La mejor
- ¿Y entonces qué nos pasó?

"Que tú me engañaste" quiere decir, pero se detiene a tiempo. Porque se da cuenta de que es injusto e incorrecto. Por mucho que le duela admitirlo, un acto no es una razón. Como mucho una consecuencia de algo mucho más complejo, incierto y difícil de explicar.

Así que se limita a besarla suavemente en los labios y salir de su casa. Cerrando o abriendo caminos, quién es tan necio como para pensar que conoce el futuro antes de que éste llegue.


miércoles, 16 de mayo de 2012

121. Punto y seguido

Es casi de noche cuando salen de la casa de la playa y se despiden. Todavía les queda mucho por hacer. Javi y Toni tienen un vuelo que coger a primera hora de la mañana. Y Álex no ve el momento de presentarse en el despacho de Kim y dejar que la vida decida qué pasa luego.

La incertidumbre sigue, por supuesto. Pero por primera vez en mucho tiempo no se muestran temerosos ante el porvenir, convencidos de que van a disfrutar el viaje.

Álex y Toni se abrazan con fuerza.

- Me alegra tener de vuelta a mi amigo - dice Toni
- Gracias por esperarme. Cuídate, ¿quieres?

Ahora es el turno de Javi, que se funde en otro interminable abrazo con Álex. Los dos sonríen con el corazón, que es el tipo de sonrisa más genuina que podemos tener la suerte de disfrutar.

- Haz que esa película merezca la pena
- Espero que Kim y tú vengáis a verla al estreno

Javi le guiña un ojo y se dirige a su coche. Por un momento los tres se miran, en silencio. A veces se les olvida lo afortunados que son de tenerse los unos a los otros. De estar ahí para lo bueno y para lo malo. Para reír, para llorar. Sin preguntas, sin exigencias. Allí donde otros se perdieron por el camino ellos han conseguido mantenerse en pie.

- Vamos - dice Toni - No hagamos un drama de esto, en siete días tenemos una cita en nuestra cafetería habitual

Entran en sus coches. Mañana comienza un nuevo capítulo en sus vidas. Pero hoy están en paz consigo mismo. No podrían aspirar a más.



martes, 15 de mayo de 2012

120. Ciclos vitales

La muerte forma parte del ciclo de la vida. Es una de esas verdades universales que todos entendemos pero que nos negamos a aceptar sin reparos. Quizás porque somos egoístas. Porque siempre deseamos un poco más. Una última sonrisa, una última mirada. La promesa de otro gran momento que todavía no ha llegado.

Ni siquiera es auténtico miedo a lo que vamos a encontrarnos. Porque tarde o temprano todos experimentaremos lo desconocido. Y es de tontos asustarse ante lo inevitable.

El problema es que la muerte siempre trae vacío y tristeza. La sensación de derrota. Por eso nos asusta tanto. Por eso queremos alejarla de nuestro lado.

Toni coge entre sus manos la pequeña canasta de mimbre en la que descansa el pajarillo herido. Todavía respira, lo que es una buena señal. Pero quizás no sea suficiente.

Salen a la calle. Los tres se miran con gesto serio, conteniendo la respiración. Final feliz o decepción. Es el momento de la verdad, retrasarlo más no deja de ser un acto de cobardía al que saben que no pueden entregarse. Volará o morirá. Y pase lo que pase, ellos seguirán con sus vidas.

Es curioso. Ninguno es creyente, pero hoy, entre susurros, rezan sus plegarias a cualquier fuerza que quiera escucharles. A veces se hace imprescindible creer en algo.

El pajarillo yergue la cabeza. Parece que va a exhalar su último aliento. Pero entonces, como por arte de magia, despliega sus alas y, tímidamente, alza el vuelo.

Se pierde en el horizonte, ganando altura, sin volver atrás para despedirse. No es necesario. Las lágrimas corren por los rostros de los tres amigos. Estaban preparados para ello. La agradable sorpresa ha sido descubrir que lo que les asalta son lágrimas de felicidad.




lunes, 14 de mayo de 2012

119. Deseos infantiles

Javi recuerda la primera vez que vio la película "Sin miedo a la vida". Cómo le estaba encantando hasta que llegó el final. Hasta que el personaje de Jeff Bridges se debate entre la vida y la muerte.

Vivió aquellos minutos como si se tratara de un drama personal. Y se dio cuenta de que sus sentimientos hacia la película siempre estarían ligados a la resolución de la historia. Si vivía, la amaría incondicionalmente. Si no, la aborrecería sin piedad.

Una situación similar se repite esa mañana, con tres amigos con el corazón en un puño por el destino final de un pequeño pájaro al que llevan cuidando un par de días.

Resulta estúpido jugar con la vida a causas y consecuencias, cuando el universo, si es que realmente se rige por alguna regla, lo hace siguiendo principios más complicados que la fortuna, la justicia moral o los deseos infantiles.

Podemos ser todo lo supersticiosos que queramos. Rogar a dioses invisibles, cruzar los dedos, pensar que tiene sentido que haya días en los que todo sale bien y otros en los que las catástrofes se suceden. Pero al final las cosas pasan independientemente de nuestros pensamientos y deseos.

Y sin embargo aquí están, convencidos de que su propio destino está ligado al del pequeño animal. Necesitan una pequeña victoria que les dé el empujón necesario para confiar en que la vida va a sonreírles.

Un sentimiento tonto, sin duda. Pero no menos que la mayoría de los sentimientos que rigen nuestras vidas y que, en el fondo, definen quiénes somos y nos hacen sentirnos orgullosos de nosotros mismos.

En la película, Jeff Bridges salvaba la vida. Javi desea con todo su alma que se repita el mismo final.


domingo, 13 de mayo de 2012

118. Rumbos

- Iré a su consulta y le diré que la quiero

Ese es el plan de Álex, que comparte con sus amigos con genuina despreocupación. Si realmente se siente tan confiado o es tan sólo una pose es imposible saberlo. Pero la chispa que ven en sus ojos es todo lo que necesitan para celebrar la iniciativa.

- Me alegro por ti - dice Toni, de corazón - Quiero decir, ser tan directo a mí no me fue nada bien, para qué negarlo, pero...
- Lo sé, lo sé - le interrumpe - Pero es lo que quiero, es lo que siento y hay que intentarlo. Es lo que hemos decidido, ¿no? Apostar por nuestros deseos

Todos asienten con la cabeza y brindan por las elocuentes palabras de Álex. Si son tres sabios o tres necios, ¿quién puede saberlo? Y más aún, ¿a quién le importa?

- Pues yo voy a volver a la película - confiesa Javi - En realidad... joder, en realidad me gusta ese guión. Me gusta lo que estoy haciendo con él. Creo que he empezado a encariñarme con las malditas comedias románticas
- ¿Te importa si te acompaño? - pregunta Toni con cierto pudor, lo que es extraño en él - Lo cierto es que me vendría bien la distancia, y...
- Amigo, bienvenido a bordo. Sólo te suplico que no insultes a mis productores cuando te los presente
- No prometo nada, pero me esforzaré

Una vez que sus próximos movimientos han quedado claros, continúan la velada entre risas. Cada uno a su modo sueña con un mañana mejor. ¿Por qué no deberían hacerlo?



sábado, 12 de mayo de 2012

117. Aprendices fortuitos

La vida real comienza a llamar a su puerta.

Han permanecido una semana en la casa de la playa. Llegaron nerviosos, tristes, preocupados. Y aunque los sentimientos no han desaparecido del todo, al menos sí que han quedado archivados en una parte de su memoria a la que no recurren constantemente.  Un pequeño remanso de paz en medio de sus tormentosas vidas.

Lo cierto es que no han experimentado ninguna catarsis. No ha sucedido nada que haya motivado que sus vidas se pongan patas arriba, ni han hecho grandes descubrimientos personales. Simplemente han aprendido a respirar profundamente. A veces, si les dejamos espacio, nuestros problemas, esos que tanto nos atormentan, terminan adquiriendo su propia dimensión, muchas veces de un tamaño más reducido de lo que nos imaginábamos en un principio.

Álex, Toni y Javi son aprendices fortuitos. De esos que acaban entendiendo el valor de una sonrisa, la necesidad de la paciencia. La importancia de poner cada sentimiento en su lugar, creando un auténtico mosaico de necesidades, deseos, temores y esperanzas.

Luchando por separado, llegaron sin tener muy claro cuál era su propósito, ni siquiera si tenían uno. Simplemente se habían dejado arrastrar por los acontecimientos, intentando no perecer ahogados entre sus emociones.

Pero ahora ya lo tienen claro. Han decidido apostarlo todo a ser felices. Que puede sonar ridículo, pero no lo es. Se trata de un compromiso para el que hace falta valor. Si no fuera así, no habría tanta gente que se resigna a vivir una existencia gris, encerrando sus sueños en el baúl del olvido.

Son ambiciosos. Han saboreado la alegría y no piensan renunciar a ella.


viernes, 11 de mayo de 2012

116. Pasos en falso

Toni y Javi están sentados en la mesa del comedor, jugando una partida de ajedrez. Por lo general suele ser un excelente contrincante, pero hoy Toni comete un error infantil y mueve un peón que deja desprotegida a su reina. Se da cuenta de inmediato, pero ya es tarde

- Puedes volver atrás y cambiar tu movimiento - le dice Javi mostrándose condescendiente
- Gracias, pero no 
- Vas a perder tu reina
- Lo sé. Pero una vez que ejecutas un movimiento tienes que apechugar con las consecuencias, por catastróficas que éstas puedan llegar a ser

Esa es la cosa. Que Toni entiende que en la vida uno no puede borrar aquellas decisiones que, una vez tomadas, parecen erróneas. Todos elegimos nuestro camino, a veces tras pensar mucho nuestros pasos, a veces guiados por la intuición. A veces ni siquiera sabemos por qué hacemos algunas cosas. Pero las hacemos. Y arrepentirnos no lo convierte en algo menos real.

Lo importante, aprendió hace tiempo, no es arrepentirse de los fallos, sino aprender de ellos. Mostrarlos  con orgullo y recordar por qué elegimos obrar de un modo concreto en cada momento. Porque lo cierto es que hasta el final de la partida resulta imposible discernir los auténticos fallos de los aciertos en los que nos dio miedo creer.

Javi retira la reina de Toni del tablero. Y diecinueve movimientos más tarde ha ganado la partida. Pero Toni está satisfecho consigo mismo. Durante un segundo creyó que había sido una buena jugada. Y aunque esta vez se equivocó y perdió la batalla, sabe que a largo plazo confiar en su propio criterio le ayudará a ganar las guerras importantes.



jueves, 10 de mayo de 2012

115. Recuerdos de tiza

Cuando Anabel murió, el mundo de Álex colapsó por completo. De repente el universo se hizo diminuto, el túnel se estrechaba en la distancia y, a lo lejos, sólo había un rostro. El de una mujer cuya sonrisa ya no volvería a ver salvo en sus tristes y desdibujados sueños. A un centímetro y a una eternidad de sus labios.

Sumido en su propio dolor, perdió el contacto con la realidad. Todo era como un sueño macabro en blanco y negro del que no podía despertar. Las palabras de aliento eran mudas y los rostros que le acompañaban aparecían desdibujados por sus propias lágrimas.

Sin embargo lo curioso del caso es que con el tiempo el sonido de las condolencias se hizo audible y las caras en la distancia empezaron a enfocarse. Comenzando por Toni y Javi, que siempre supieron estar allí, a la distancia justa, haciendo valer su amistad en un discreto segundo plano.

No obstante no todo el mundo supo estar a la altura de las circunstancias. A posteriori se dio cuenta de que hubo bajas significativas, antiguos amigos a los que echó de menos. Personas que no entendieron que no todo es pedir, que en ocasiones hay que saber dar.

El rencor formó parte de sus pensamientos durante un tiempo. Pero, con el paso de los días, se dio cuenta de que no tenía nada que reprocharles. Todos nos retratamos con nuestras acciones, y esa gente eligió su camino. Les desea lo mejor. Aunque su puerta está cerrada para ellos.

Son recuerdos en tiza que aprendió a borrar sin más dramatismo del necesario. Quizás en su momento formaron un bonito dibujo. Hoy ya no son nada. Y la vida sigue, y es feliz con lo que tiene, con la gente que conserva.

No malgasta tiempo en echar de menos a quien decidió autoexpulsarse de su vida.



miércoles, 9 de mayo de 2012

114. Victorias improbables

Odia ver llorar a un niño o sufrir a un animal. Álex es consciente de que en la vida hay miles de situaciones que son merecedoras de su compasión, pero por alguna razón estas dos siempre le afectan de un modo particularmente intenso.

Por eso se siente tan desolado al ver que el pájaro que Toni recogió parece estar dándose por vencido. Apenas se mueve, como si su vida se estuviera apagando.

Javi le pone una mano en el hombro a Álex. Desde que volvió a casa y supo cuál era la situación, él ha sido quien más tiempo ha pasado con el animal, sin separarse de su lado.

- Es como si la muerte se hubiera encariñado conmigo y se negara a abandonarme del todo- dice con resignación y algo de furia contenida
- No hay que perder la esperanza - intenta animarle Javi - Aún pelea

Álex asiente con la cabeza, pero tampoco intenta engañarse. Querer que algo suceda no nos libra de tener que mirar a la realidad a los ojos y aceptar su dictadura.

Piensa en Anabel, en el momento en que se enteró de que estaba muerta. Para ella no hubo resquicios de esperanza. Su chica murió en el acto.

Muchas veces se ha preguntado si fue mejor así. Recibir el impacto de golpe, tener al menos la certeza de la tragedia en vez de aferrarse a un resquicio de esperanza que la mayoría de las veces resulta inútil. No tenía claro cuál de las dos opciones era menos dolorosa.

Ahora por fin tiene su respuesta. A pesar de que todo le dice que el pájaro tiene los días contados, hay una parte de él que se mantiene serena y confiada.

Lo bonito de la vida es que a veces las victorias improbables acaban haciéndose realidad.



martes, 8 de mayo de 2012

113. La misma piedra

Esta vez es Toni el que recibe una llamada de teléfono. Reconoce el número, pero le sorprende que pueda ir en serio. La última vez que habló con la persona que aparece reflejada en el identificador le llamó "puto gilipollas de mierda" y dejó de trabajar para él.

- ¿Sí? - contesta movido por la curiosidad, aunque con la guardia en alto
- ¿Toni? Soy Joaquín. Cuánto tiempo. ¿Cómo estás?

Odia eso. Lo odia con toda su alma. Aborrece las conversaciones sin sentido, los subterfugios, las frases hechas que sirven para alargar la charla artificialmente antes de llegar al verdadero motivo de la llamada.

- Bien - responde cortante - ¿Qué puedo hacer por ti?
- Es la revista. Se nos ha ido el redactor jefe, e inmediatamente he pensado en ti. Sé que tienes un pronto muy malo, y es algo que tendremos que hablar, pero bueno...en fin, ¿qué me dices?

Lo piensa unos segundos. Pone en la balanza los pros y los contra. Valora lo que espera de la vida. Rememora experiencias pasadas. Y después de todo ello se da cuenta de que se está gastando una broma a sí mismo, dándole vueltas a una decisión que ya tiene tomada.

- Me encantaría
- ¿Te encantaría volver?
- Me encantaría que dejaras de llamarme, puto inútil de los cojones

Cuelga. Lo que ha hecho no es inteligente. Ni maduro. Posiblemente ni siquiera está justificado. Pero no puede evitar sonreír. Si vives la vida con miedo a seguir el dictado de tu corazón, te mereces todo lo malo que te pueda ocurrir por el camino.


lunes, 7 de mayo de 2012

112. Pajarillo

Toni regresa a la casa con un pequeño pajarillo entre las manos. Con delicadeza lo coloca sobre la encimera, mientras trata de pensar cuál debe ser el siguiente paso.

Javi, que ha visto a su amigo entrar como una exhalación y con semblante preocupado, se acerca a él para interesarse por lo que sea que esté ocurriendo.

- ¿Hay algún problema? - pregunta

Toni se aparta para que Javi pueda ver al pequeño animal que se agita nerviosamente.

- Lo he encontrado en el parque - le cuenta - Creo que se ha caído del árbol o... yo qué sé. No tengo ni idea de animales. Pero está herido y no he podido dejarlo abandonado
- ¿Y qué piensas hacer?
- Curarlo
- Hasta ahí llego, pero la pregunta es cómo. Acabas de decirme que no tienes ni idea de animales. Y lamento decirte que mis conocimientos de veterinaria tampoco son nada del otro mundo

Toni comienza a caminar en círculos, resoplando. Se lleva las manos a la cabeza. Por un momento parece que está sucumbiendo a la desesperación. Pero quienes le conocen saben que es sólo un gesto instintivo que hace cuando intenta concentrarse en hallar una solución.

- Vamos a alimentarlo y a ponerlo en un sitio cálido - decide -  Y estaremos a su lado, vigilándolo, hasta que se ponga mejor y pueda volar de nuevo
- ¿Crees que con eso será suficiente para conseguir que se cure?
- Tiene que serlo - responde con convicción - Cómo acabe su historia marcará el rumbo de la nuestra. Si vamos a pelear por los finales felices, es hora de empezar a hacerlo ya.


domingo, 6 de mayo de 2012

111. La aprobación de los ausentes

Sale temprano de la casa de la playa, sin comunicar cual será su paradero. Nadie pregunta tampoco. Entienden que, sea lo que sea, ha decidido hacerlo solo. Y respetan esa decisión.

Álex conduce hasta el cementerio. Lleva toda la noche en vela, dándole vueltas a una situación tan compleja como evidente. Ha extraído sus propias conclusiones. Pero ahora llega la parte dura: buscar la aprobación de los ausentes.

Entiende que Anabel no va a contestarle. Que está jugando una partida de ajedrez consigo mismo, en la que oirá simplemente lo que decida contestarse. Más aún, es consciente de que sus actos son injustos e egoístas. Porque pondrá en boca de su novia palabras que nunca sabrá si hubiera suscrito o no. Juega a ser Dios para lavar su propia conciencia.

Y aún así, allí está. Hablando entre susurros con una lápida.

"Hola, Anabel - la saluda, e inmediatamente comienza a llorar

No era así como se había imaginado la escena, pero tampoco hace demasiados esfuerzos por contener sus emociones. Da lo mismo si vocaliza las palabras o sólo las imagina. Los muertos no tienen oídos, a ellos no les importan los detalles triviales.

- Estoy aquí para decirte que creo que me he enamorado

"Y quiero tu aprobación". Es lo que pensaba que le pediría. Creía que para eso había venido. Pero finalmente no pronuncia estas palabras. El discurso acaba con el anuncio.

Se da cuenta de que, en el fondo, sólo quería contárselo. Porque sigue siendo su mejor amiga. Porque es el amor de su vida. Y porque entiende que, más allá de sus propias dudas, Anabel realmente se alegraría por él. Si los muertos pudieran tener sentimientos.


sábado, 5 de mayo de 2012

110. Dejarse llevar

Son tres solteros decididos a pasárselo bien. Ninguno tiene ya ataduras reales, aunque a veces sientan la tentación de pensar lo contrario. Como las personas con miembros amputados que sufren dolores fantasmas, ellos también equivocan a veces los hechos. Pero no esta noche. Hoy todo consiste en mantenerlo simple y dejarse llevar.

Han envejecido. Ya no son estúpidos universitarios capaces de hacer cualquier locura con tal de impresionar a una chica. Sin embargo en este concreto instante, en el que las reglas de su universo han quedado temporalmente anuladas, resurge el espíritu de los viejos tiempos.

Javi es el encargado de romper el hielo y entabla conversación con un grupo de cuatro chicas extranjeras que están de vacaciones. Las invita a sentarse con ellos y, como la fe mueve montañas, contra todo pronóstico logra que acepten.

Toni y Álex no le dejan en mal lugar. Esa noche los tres brillan con luz propia, rebosando carisma. Flirtean, ríen, beben y bailan. Sin titubeos ni pensamientos oscuros. Hasta que algo sucede.

Álex está bailando con una de las chicas, Verena, cuando ésta, por sorpresa, le besa. Y aunque en un primer momento él responde al beso, a los pocos segundos se separa, le pide perdón y sale precipitadamente del bar, como si fuera culpable de algún delito imperdonable.

Toni y Javi le siguen, aunque concediéndole su espacio. Entienden que no está preparado para llegar tan lejos, que lo de Anabel todavía está muy reciente.

Pero se equivocan. Lo írónico, lo trágico del asunto es que Álex ha rechazado a la chica por un motivo distinto. Por una chica distinta. La confusión se apodera de él mientras se pregunta por qué diablos lo primero que ha pensado, mientras le besaban, era en que estaba traicionando a Kim.


viernes, 4 de mayo de 2012

109. El refugio perfecto

Tras cinco días en la casa de la playa, se dan cuenta de que lo han logrado. Han construido su refugio perfecto. Uno en el que el mundo exterior no puede hacerles daño.

El único problema es que se trata de una habitación del pánico con cristales opacos, que no sólo les protege de lo que sucede en el mundo real, sino que también les aisla de éste. La vida sigue aunque ellos hayan decidido quedarse temporalmente al margen.

Saben que es lo que deben hacer. Están en pleno proceso de reconstrucción, recobrando fuerzas para luchar por su felicidad. Se están desintoxicando de toda la autocompasión que han ido acumulando en los últimos meses. Una tarea que no podrían haber hecho solos. Su amistad se ha convertido en un faro en mitad de la noche, capaz de rescatarles de las más negras pesadillas

Sin embargo, aunque ninguno lo admita en voz alta, a determinadas horas del día el fantasma de la curiosidad merodea por sus cerebros. 

Toni no puede reprimir tener pensamientos acerca de una chica a la que amó y cuyo nombre ya no pronuncia. Álex se sorprende pensando en qué estará haciendo Kim y Javi no deja de darle vueltas a la promesa que ha hecho, mientras construye imposibles escenarios mentales en los que trata de dilucidar si Lorena sigue enfadada con él y cómo lo estará llevando Silvia.

Son conscientes de que el mundo no está esperando por ellos. Que los cambios se suceden aunque mantengan sus ojos cerrados. Y que tarde o temprano tendrán que abrir la puerta a la realidad y descubrir si su ausencia ha tenido consecuencias, y en caso afirmativo cuáles son.

Lo saben. Pero esta noche deciden ignorarlo. Preocuparse por lo inevitable les parece una pérdida de tiempo y una trampa en la que no están dispuestos a caer.


 

jueves, 3 de mayo de 2012

108. Canciones universales

- Silvia me mandaba canciones - confiesa Javi en una nueva noche de confidencias.

Les explica toda la historia. El breve pero intenso juego que se desarrolló entre ellos, en el que el chico pensó que la música ejercía de Cyrano para transmitir todos aquellos sentimientos que ninguno de los dos era capaz de expresar con palabras. Un error que ahora comprende.

- Lo peor del caso es que, por un segundo, creí que todas las canciones hablaban de mí. Que yo era el centro del universo y que el mundo entero me ofrecía pleitesía. Obviamente eso es absurdo. Pero ya me he dado cuenta de dónde está el error. El fallo consiste en creer que nuestras vidas son únicas y diferentes, cuando no es así.

"Las canciones hablan de ti, de mí, de todos nosotros, porque en los grandes asuntos somos todos iguales. Da lo mismo de dónde vengamos o los aires de importancia que queramos darnos. Al final todos vivimos, amamos, lloramos y morimos. Ese es el orden natural de las cosas"

"Ni el amor ni la felicidad verdadera se compran. Y el miedo, los celos, el dolor, la confusión... no entienden de estratos sociales. Ellos sí son democráticos, dándonos a todos una cura de humildad. Enseñándonos cual es nuestro lugar en el esquema del universo"

"Esos sentimientos son nuestro lenguaje, nuestro código. Y creo que lo convertimos en canciones, películas, historias... no porque queramos ser originales, sino precisamente por todo lo contrario. Para que si hay un alma solitaria y desgraciada ahí fuera, sintiéndose desamparada, que sepa que no está sola"

"Para que entienda que todos hemos estado en ese lugar. Que volveremos a estar. Porque somos seres humanos, esa es nuestra grandeza y nuestra tragedia"


miércoles, 2 de mayo de 2012

107. Batallas perdidas

- ¿Por qué en la vida real las historias de amor nunca terminan como deberían?

La pregunta la hace Javi, después de que los tres hayan terminado de ver en dvd "Mapa de los sonidos de Tokyo". Para ninguno es, ni de lejos, su película favorita de Isabel Coixet. Pero sí que hay algo en la historia que ha conseguido llegarles. Que les ha golpeado de lleno.

En el film, Sergi López vive una intensa historia de amor con Rinko Kikuchi. Pero, tras su trágica conclusión, con el tiempo él termina casándose con otra mujer. Una a la que nunca le habla de ese episodio de su vida, esa pasión que sintió y que jamás le abandonará del todo.

Ese es el punto. Que al principio los seres humanos luchamos contra viento y marea por aquella persona que es capaz de sacudir todo nuestro mundo. Pero suelen ser historias difíciles que rara vez acaban bien. Y al final terminamos abandonándolas y comenzamos otra relación con una nueva pareja que resulta ser la definitiva. Aunque no la consideramos el amor de nuestra vida.

¿Por qué lo hacemos? ¿En qué momento bajamos los brazos y decimos "hasta aquí hemos llegado, es hora de dejarte marchar"? ¿Cuándo nos hartamos de pelear por nuestras emociones más intensas para instalarnos en una especie de zona de seguridad donde todo es más controlable?

¿Qué amor es más poderoso, el que nos hace enloquecer o el que nos retiene para siempre? Si es el primero, ¿por qué renunciamos a él? Y si es el segundo, ¿por qué nunca logramos quitarnos el otro de la cabeza?

Quizás sean preguntas eternas a las que nadie ha sabido contestar. Puede que alguien sepa la respuesta. En cualquier caso, ellos no, y por eso dejan que el silencio hable en su nombre.

martes, 1 de mayo de 2012

106. Una sonrisa

Como sucede con las grandes revelaciones de la vida, todo sucede de un modo casual e inesperado.

Están en la playa. Javi ha saltado al agua, mientras Álex y Toni permanecen en la arena, tumbados en sus respectivas toallas, tomando el sol. Sumidos en sus pensamientos.

Álex tiene los ojos cerrados, por lo que no es testigo del inicio de la acción, aunque es fácil rellenar los huecos. Los gritos de Toni. El agua salpicándole. La cara de Javi mientras sostiene un cubo de playa que ahora está vacío, pero segundos antes no.

Toni se levanta como un resorte, enfadado, mientras Javi no puede dejar de reír. Al ver cómo su amigo se acerca con muy malas pulgas, comienza a retroceder a marchas forzadas.

Comienza la persecución. Toni jura que se lo hará pagar. La amenaza es seria y Javi lo sabe, pero aún así, por algún motivo, no puede dejar de reír, lo que exaspera aún más a la víctima de su broma, para quien atraparle se convierte ya en una cuestión de orgullo.

Sin  escapatoria, Javi termina rindiéndose, pero todavía debe afrontar el castigo por su travesura. Toni le hunde la cabeza en la arena, sin hacer caso a sus súplicas.

Parecen dos críos pequeños jugando despreocupadamente. Y al verlos Álex piensa "qué payasos" y sonríe de un modo tan sincero que llega a asustarse, porque es una sensación que creía olvidada. Y comprende que por fin la vida está siguiendo su curso.

Pero no le apetece pensar en ello, sino disfrutarlo. Así que corre hasta la orilla, llena de nuevo el cubo y lo derrama sobre Javi y Toni, entre risas. A veces lo inteligente es divertirse como un crío y no darle vueltas a los grandes misterios de la vida, creyendo que eso es lo que significa ser adulto.