miércoles, 31 de octubre de 2012

Un final es un nuevo principio

- Me voy

Esta frase casi siempre tiene connotaciones negativas. Implica tristeza, renuncia, el final de algo. Pero la sonrisa de Eva al decirla desarma cualquiera de estos argumentos. 

Se siente contenta. Tiene motivos para ello, su mejor amiga ha vuelto de entre los muertos cuando nadie daba un duro por ello. 

Han sido momentos difíciles. Verla en coma, no poder ocuparse de su cuidado. Aunque sabe que no hubiera cambiado nada. Los otros médicos lo hicieron todo correctamente y su diagnóstico, ese que revisó una y otra vez, fue acertado. Kim volvió únicamente por lo testaruda que siempre ha sido.

Conoció a un hombre maravilloso que, por desgracia, había conocido a una chica inolvidable antes de cruzarse con ella. Lo dejó ir porque nadie mejor que ella sabe la importancia de ser libre, de desamarrarte de tus ataduras y estar en paz contigo mismo. Pero eso no lo hace menos difícil.

Ha esperado hasta que Kim ha salido del hospital. Pero ahora que ya está fuera de peligro, sabiendo que la deja en las mejores manos posibles, es hora de hacer la maleta de nuevo y embarcarse en una nueva aventura. A Eva no le gusta permanecer demasiado en el mismo sitio. 

Kim sabe que, cuando quiere, su amiga también puede ser muy terca, así que no trata de convencerla de lo contrario. Se limita a abrazarla con fuerza y desearle suerte.

- ¿Estarás bien? - pregunta
- Por supuesto. Y si no, siempre puedo volver a ganarme la vida como bailarina de strip tease

Risas y un adiós. Las despedidas casi siempre implican el final de algo. Pero en este caso concreto navegan contracorriente, anunciando un nuevo principio.



martes, 30 de octubre de 2012

Retazos de la vida de Eva: Intenso, breve amor

Algunas mariposas no viven más de un día. Lo que para nosotros es un suspiro, para ellas es toda su existencia. A su vez, si seguimos con las comparaciones, nuestra vida sólo es una mota de polvo en la historia del cosmos. ¿Quién puede medir la importancia del tiempo?

La historia de amor entre Toni y Eva quizás duró un suspiro, pero eso no significa que para ella no tuviera importancia ni que no le dejara una profunda huella en su corazón. Llegó a amar a Toni. Lo sabe y le importa un pimiento lo que puedan pensar los demás. Nadie posee la verdad absoluta sobre cómo se comportan los sentimientos.

Tendemos a pensar que las historias largas son más importantes. Que aquellos noviazgos que no cuajan no pasan de ser simples enamoramientos pasajeros, tonterías, caprichos que se olvidan con facilidad. Pero no tiene por qué. Se puede amar en un día más que en toda una vida. Una sola tarde de felicidad a veces es más importante que una vida entera de sonrisas fingidas.

Que nosotros no prestáramos atención a los detalles no significa que Eva no disfrutara de cada minuto que pasó al lado de Toni. Que nosotros no le diéramos importancia no quiere decir que para ella no fuera uno de los momentos más intensos y felices de toda su vida.

Precisamente por eso su sacrificio fue tan doloroso. Porque ha vivido lo suficiente como para saber que uno no debe cuestionarse las alegrías, sino aferrarse a ellas. Y a pesar de todo, renunció a Toni al entender que el papel de novia no llevaba su nombre escrito. Deseaba ser egoísta, pero no pudo.

Quien no entienda lo desgarradora que es esta situación, es que nunca ha tenido que dejar partir a alguien a quien ama. Desearía que ningún lector fuera capaz de comprenderlo. Me temo que todos, en mayor o menor medida, lo hacemos.



lunes, 29 de octubre de 2012

Retazos de la vida de Eva: Puzzle

- Cuéntame cosas de ti - le pide Toni a Eva

La chica coloca los codos sobre la mesa, arquea las cejas y sonríe. Parece cómoda y relajada.

- A ver... mis padres son ricos. Yo soy médico y he trabajado en Médicos sin fronteras, como camarera, stripper y decoradora de interiores. Estoy divorciada, mi matrimonio duró menos de tres meses. Viví medio año en Australia. Me encantan los gatos, soy buena jugando al baloncesto y llevo sobria año y medio, aunque sigo acudiendo a las reuniones de alcohólicos anónimos

Terminada la exposición, Eva mira fijamente a Toni, atenta a su reacción, desafiándole a que diga algo. Intenta atraparlo en su tela de araña. Pero el chico no cae en la trampa. La escruta atentamente y termina echándose a reír.

- Lo tenías preparado, ¿verdad? Se nota que sueltas ese discurso muy a menudo
- Me has pillado. Aunque siempre cambio algún detalle. Para hacerme la interesante

Se hace un silencio cómplice entre los dos. Toni se frota el pelo, sintiendo que se lo tiene merecido por su estúpida pregunta. Aún así, no puede evitar perseverar en el error.

- ¿Qué hay de verdad en lo que me has contado?
- No lo sé. ¿Tú qué piensas?
- Creo que eres un puzzle difícil de armar. Que haces bien en burlarte de la gente que, como yo, intenta tomar el camino rápido para conocerte. Creo que todo tiene un momento, que la vida es una aventura y que no importa quién hayas sido, sino quién seas ahora. Y que si me dijeras qué cosas son verdad, seguro que me llevaría alguna sorpresa de las gordas
- De eso no te quepa la menor duda - afirma Eva, juguetona, mientras le guiña un ojo




domingo, 28 de octubre de 2012

Retazos de la vida de Eva: En la pista de baile

Eva odia ir a discotecas. No es que no le guste salir de fiesta, al contrario. Y adora bailar. Pero no soporta a los moscones. Cada noche algún idiota intenta ligar con ella y eso es algo que la agota.

Entiende que hay mujeres que necesitan ser el centro de atención, pero no es su caso. No se arregla para gustar a los hombres, sino porque le gusta a ella. No sale buscando nada. Jamás ha tenido rollos de una noche. Sólo quiere bailar. Aunque muchas veces no logre hacerse entender.

Hoy es una de esas noches. Hay un tío que lleva rondándola desde hace horas. Primero mirándola descarada y lascivamente de un modo bastante asqueroso. Luego ha ido cogiendo confianza, bailando cerca de ella. Y finalmente, como Eva se temía, ha pasado a la acción.

Por lo general es buena espantando a esta clase de hombres, pero éste en cuestión es un hueso duro de roer. Cree que todo forma parte de un juego y que en el fondo ella le desea. Desesperada, Eva busca a sus amigas, en busca de ayuda, pero no las encuentra. Está sola ante el peligro.

- Perdona, pero ¿te importaría dejar a mi novia en paz?

La que habla es una chica bajita, pizpireta, que acaba de hacer acto de presencia y a la que Eva no ha visto en su vida. Pero el ligón parece haberse tragado su historia.

- ¿Sois lesbianas? - pregunta
- No, yo soy Joan y ella es Alexandra

El tipo mira a la recién llegada. Ya sea porque piensa que realmente son pareja o porque se siente vacilado por la chica, lo cierto es que se marcha al instante, mascullando algo ininteligible.

- Gracias, me has salvado la vida. Me llamo Eva
- Yo soy Kim - se presenta la desconocida - Y no te preocupes, ha sido muy divertido


sábado, 27 de octubre de 2012

Retazos de la vida de Eva: Libertad

Claudio, uno de los invitados, la encuentra en la playa, sentada sobre la arena mojada, viendo el rugir de las olas a medianoche, perdida en sus propios pensamientos.

- Tu madre te está buscando - le informa

Eva gira la cabeza y sonríe al hombre. Lo conoce desde hace muchos años, es amigo de la familia.

- Necesitaba escaparme un rato - admite - Me sentía atrapada
- ¿En tu propia fiesta de cumpleaños?
- No es mi fiesta. Es la de mi madre

Se levanta y acepta una de las copas de champán que Claudio, no por casualidad, lleva en la mano. Su elegante vestido ha quedado arruinado por la mezcla de arena y salitre, y se le pega al cuerpo como una segunda piel. Le gusta la sensación.

- Es curioso. La gente siempre me habla de lo afortunada que soy por el tema de mi familia y el dinero y todo eso. Cómo los recursos de los que dispongo me ofrecen más libertad de la que ellos podrán jamás soñar. Y sin embargo yo me siento menos libre que nadie

El hombre asiente ligeramente con la cabeza, pero sin decir nada. Se termina su copa y regresa al lugar de la fiesta, dejando que Eva pueda disfrutar un rato más del silencio y de la libertad.

Ya a solas se quita el vestido, hasta quedarse desnuda, y se sumerge en el frío océano. Siente la tentación de comenzar a nadar hasta llegar a otra tierra. Una en la que no tenga que rendir cuentas a nadie. En la que pueda dedicarse a ser quien quiere ser, lo cual ya es suficientemente difícil sin tener que preocuparse de las apariencias, los legados, las sugerencias que son imposiciones. 

Se siente encerrada en una hermosa jaula de oro. Dos palabras bonitas, una que lo estropea todo.


viernes, 26 de octubre de 2012

Retazos de la vida de Eva: Ruanda, abril de 2009

No está siendo un buen día para Eva. Hace un calor agobiante, le duele mucho la cabeza y acaba de discutir por teléfono con su novio. A decir verdad las cosas no le han ido demasiado bien desde que llegó a Ruanda con Médicos sin Fronteras dos meses atrás.

Todo son problemas y complicaciones. Quisquillosa e irascible, ignora una broma que le hace Jean Luc, su compañero, mientras piensa aún en la conversación con su prometido, que sigue sin entender qué diablos hace tan lejos de casa. Hay días en los que ella tampoco lo entiende.

La tranquilidad desaparece en un segundo. Un coche se acerca. De su interior descienden un hombre nervioso que no deja de gritar y una mujer que sangra abundantemente por el estómago.

Jean Luc le hace de traductor. Militares, revuelta, bala perdida.  Eva tumba a la mujer en la mesa quirófano, mientras la examina. La herida tiene mala pinta. Muy mala. Se pone manos a la obra

Ese es su trabajo: salvar vidas. Los pacientes dependen de ella, de su pericia. No les importa en absoluto su estado de ánimo. Por un momento envidia a sus amigas. En sus trabajos, lo peor que puede ocurrirles es que las despidan. Eso es solucionable. La muerte de un paciente, no.

Se fija por vez primera en un niño pequeño que observa la escena en silencio, en una esquina. Evidentemente es el hijo de la mujer. Y Eva al verle decide que no va a permitir que se quede huérfano. Esa familia se va a casa al completo. Posiblemente sus vidas sigan siendo una mierda y mañana lo tendrán todo igual de complicado. Pero hoy las cosas van a salir bien. Tiene que ser así.

Milagrosamente, la mujer se salva. El hombre no deja de darle las gracias y el niño, inmóvil hasta ese momento, la abraza. Eva suspira aliviada, sin ser capaz de recordar siquiera a qué se debía su mal humor de horas atrás. Está feliz. Es uno de los mejores días de toda su vida.




jueves, 25 de octubre de 2012

Protagonistas

"Si seré yo el héroe de mi propia vida o si otro cualquiera me reemplazará, lo dirán estas páginas".

Así comienza el "David Copperfield" de Dickens. Y a esta disyuntiva es a la que nos enfrentamos todos a la hora de analizar nuestra existencia. La huella que dejamos, el modo en que aprovechamos las oportunidades que se nos brindan.

La vida es un juego infinito de historias cruzadas. Todos tenemos una, pero a su vez hacemos acto de presencia en las de otras personas, del mismo modo que hay quienes se convierten en invitados especiales de las nuestras, en ocasiones robándonos el protagonismo.

En esas historias ajenas a veces logramos tener un papel destacado y convertirnos en figuras importantes. Y en otras no pasamos de ser simples extras sin frase. La importancia de nuestras vidas es relativa. Hay quienes nos recordarán con gran cariño y para quienes no seremos nada.

Por ejemplo, Álex es uno de los grandes protagonistas de "La historia de lo imposible". Pero en la vida de Tessa sólo será una nota a pie de página sin relevancia en el resultado final. Si sólo leyéramos esa historia, jamás seríamos capaces de adivinar su gran potencial. Sólo veríamos en él a un viajero cabreado porque le han perdido la maleta.

Es lo que sucede con Eva. Para nosotros sólo es la amiga de Kim, la fugaz novia de Toni. Pero ella es mucho más. Se ha convertido por méritos propios en protagonista de su propia historia. Una que desconocemos pero que, de haber podido descubrir, quizás nos hubiera fascinado. En cualquier caso nos haría mirarla con otros ojos.

Eva es consciente del papel secundario que juega aquí. Pero sabe que en el lugar a donde van las historias que jamás llegaron a contarse en voz alta, sí que es importante. Y con eso le basta.


miércoles, 24 de octubre de 2012

Rupturas

Esta historia tiene lugar entre los capítulos 100 y 126, poco después de "Rutina"

Lorena entra con paso firme en el taller en el que trabaja Chema. Está colérica, fuera de sí. Y no hace el más mínimo esfuerzo por recuperar el control.

- Les has dicho a todos que lo dejamos porque yo te puse los cuernos - grita con rabia
- Bueno - contesta Chema, vengativo - Hasta dónde yo sé podría ser cierto
- Ya te dije que no había nadie más
- ¿Y entonces por qué terminaste conmigo? Me dices que no es por nada que haya hecho y que no hay otro tío. ¿Es porque no íbamos en serio? Porque creí que los dos estábamos de acuerdo en...
- ¡Dios, no es eso! Nunca he querido que seas mi novio

La frase suena más ofensiva de lo que Lorena pretendía, pero al ver cómo afecta a Chema se alegra de haberla dicho. Ahora mismo hacer daño es más importante para ella que resolver las cosas.

Siempre creyó que, cuando lo dejaran, podrían seguir siendo amigos. Que la suya sería una ruptura amistosa. Pero hoy se pregunta si eso existe. Si realmente podemos seguir adelante como si nada con personas a las que hemos querido y hemos odiado. Que nos han hecho felices y desdichadas.

Son heridas que se curan pero que dejan pequeñas cicatrices pegadas en las paredes de nuestro corazón que nos recuerdan que esa persona fue capaz de lo mejor y de lo peor. Intentar ignorarlo es tratar de poner una venda delante de nuestros ojos. Pero incluso entonces, por mucho que lo deseemos, siempre se filtra algo de luz entre las rendijas que nos recuerda toda la historia.

Por un momento Lorena piensa en tratar de explicarse. Pero se da cuenta de que no merece la pena, que no va a cambiar nada. Y tampoco está segura de que Chema fuera capaz de entenderla. Decepcionada, se da media vuelta y se va, cerrando una puerta que jamás volverá a abrir.




martes, 23 de octubre de 2012

Rutina

Esta historia tiene lugar entre los capítulos 100 y 126

Sábado, seis de la tarde. Lorena empieza a maquillarse. A las ocho sus amigos la recogerán, como siempre, en la puerta de su casa. Irán a tomar algo. Cenarán. Luego cogerán las bebidas que ya han comprado con anterioridad y harán un botellón. Clara se emborrachará. Entrarán a la discoteca. Se enrollará con Chema. A eso de las dos de la mañana se irá con él a su casa.

Nada de esto ha pasado aún, pero Lorena puede adelantarse a la secuencia de acontecimientos. No tiene demasiado mérito, es la repetición exacta de lo que sucede en su vida cada sábado. Una y otra y otra vez. Vidas rutinarias envueltas en un bucle infinito.

Hasta ahora nunca le había importado. A decir verdad, ni siquiera había pensado demasiado en ello. No tenía por qué, todo estaba en orden y las cosas iban bien. Es la cruda verdad de nuestras vidas. Nos decimos que somos grandes aventureros, pero en el fondo a todos nos gusta la rutina. Poder permanecer en nuestra zona de confort, sin sobresaltos, sin cambios bruscos ni sorpresas.

Pero nuestros gustos cambian. De repente un día nos aburrimos de lo que tenemos y nos damos cuenta de que nos estamos encerrando en una jaula pequeña en un mundo inmenso. Lorena no se puede quejar de lo que tiene. Le gustan sus amigos, le atrae Chema. Pero está harta de saber cómo va a ser su vida antes de vivirla.

No deja de darle vueltas durante la noche, en la que todo se va desarrollando según lo previsto. Así que mientras Clara vomita, como era previsible, se acerca a Chema decidida a mantener con él una conversación seria. Una que no estaba en el guión.

No sabe cómo va a reaccionar el chico. Eso le asusta y le agrada a partes iguales. Tener todas las respuestas es, se mire como se mire, una maldición de la que Lorena está gustosa de librarse.




lunes, 22 de octubre de 2012

Los secretos del corazón humano

Los hechos tienen lugar mucho antes del capítulo 1

No podemos decidir de quién nos enamoramos.

Podemos optar por alejarnos de esa persona. O desear con todas nuestras fuerzas amar a alguien porque sentimos que lo merece y queremos corresponderle. Podemos hacer miles de cosas, hasta engañarnos a nosotros mismos. Pero por mucho que lo intentemos, jamás podremos borrar nuestros auténticos deseos o alterarlos a nuestra conveniencia.

Anabel no se sentía atraída por Álex. No de esa manera. Le encantaba su compañía, hablar con él, reír, pasear... Necesitaba escuchar su voz cada mañana, contarle cada pequeño detalle que le sucedía a lo largo del día. Y, sin embargo, era incapaz de imaginar un futuro a su lado.

No es que no lo hubiera intentado. Lo hizo, con todas sus fuerzas. Le dio vueltas, analizó los pros y los contras. Pero si tienes que pensar en ello es que no estás realmente enamorado. No del modo en que ambos lo merecían. Aún así, se resistía a dejarle marchar.

Todos queremos tener cerca a la gente que nos importa, aún cuando sabemos que no vamos a ser capaces de darles aquello que buscan. Es egoísta, pero comprensible. Así somos los humanos.

Hasta que, como temía, llegó el día en que Álex le dio un ultimatum. La necesidad de ser feliz es una calle de ambas direcciones, y estaba en su perfecto derecho de intentar encontrar a una mujer que le quisiera del modo en que él necesitaba. Anabel había pensado mucho en ese momento y estaba dispuesta a dejarle marchar. Sólo que, por algún motivo, no lo hizo.

Decidió decir que sí. Obviar sus instintos y apostar por esa relación. Fue un gesto estúpido y equivocado. Antinatural. Y sin embargo, en su caso terminó funcionando. ¿Por qué? Quién lo sabe.

El corazón humano es un ente misterioso al que no le gusta revelar sus secretos.




domingo, 21 de octubre de 2012

Creadores

Los hechos tienen lugar poco antes del capítulo 1

Elsa quedó hace un par de días con Toni para contarle que le había sido infiel a Pablo. Se lo confesó porque necesitaba desahogarse, compartir su culpabilidad con alguien. Los motivos por los que le eligió precisamente a él son un misterio. ¿Realmente no se daba cuenta de los sentimientos que el chico alberga hacia ella, o eligió ignorarlos pensando únicamente en su propio beneficio?

En cualquier caso, esa es una pregunta para Elsa. La que Toni tiene que hacerse a sí mismo, y de hecho lleva un buen rato pensando en ello, es por qué siente el deseo de convertir esa historia, esa confidencia, en un relato corto para la revista en la que trabaja.

Toni es escritor. Tiene una imaginación fértil. Se le ocurren cientos de planteamientos al día, podría idear cualquier otra historia. No necesita recurrir a la realidad, sus personajes bien podrían ser completamente inventados y nadie notaría la diferencia.

Eso de que sólo se puede escribir de aquello que se conoce queda muy bien en las conversaciones literarias, pero no deja de ser una falacia. Escribimos sobre lo que nos fascina, independientemente de nuestra experiencia en el tema. Por eso se le llama ficción.

Entonces, ¿por qué? ¿Por qué intentar convencerse de que es el único camino posible? Sabe que ella terminará leyéndolo. Que se reconocerá, que se enfadará al verse expuesta a los ojos de todo el mundo. ¿Por qué complicar las cosas pudiendo hacerlo todo mucho más sencillo?

Ojalá existiera una respuesta fácil para esa pregunta. A Toni le fascina la fina línea que separa la realidad de la ficción. Le gusta inventar mundos fantásticos, pero a su vez necesita poblarlos de seres reconocibles a los que pueda mirar a los ojos y llamar por su nombre. Como cualquier creador, siembra mentiras cuando habla de verdades, dice verdades cuando escribe mentiras.

sábado, 20 de octubre de 2012

Despedida

Después de 278 días, aquí termina "La teoría de lo imposible". Y quiero despedirme escribiendo unas pocas líneas que, en esta ocasión, serán algo más de veinte (realmente ha sido lo que más trabajo me ha dado, cuadrar cada capítulo en 20 líneas, una regla que sólo me salté en el episodio 275. Y si se fijan, incluso ahí, salvo en las tres "resoluciones finales", el resto de los fragmentos mantiene la misma estructura)

Es increíble cómo pueden cambiar las cosas en nueve meses. En este tiempo ha entrado gente nueva en mi vida (o han vuelto a ella tras un largo periodo de tiempo) que adoro y que se han convertido en indispensables para mí. Otras personas, por desgracia, se han quedado por el camino. Incluyendo a la mujer que, en cierto modo, fue la responsable de que empezara esta aventura. Dudo que esté leyendo esto, pero, por si acaso, me gustaría decirle que por mi parte estamos bien y que le deseo toda la suerte del mundo.

Empecé esta novela sin tener la más remota idea de lo que estaba haciendo, pero de algún modo la historia logró encontrar su propio camino. Estoy tan sorprendido como agradecido por ello. Igualmente tengo una deuda con mis personajes. Siempre creí que era yo quien escribía sobre ellos, y al final terminaron siendo ellos quienes me dieron unas importantes lecciones sobre la vida que espero no olvidar nunca. Es curioso. Intentaba reflejar parte de mi vida en la historia, y al final ha sido la historia la que ha terminado transformando mi vida.

Quiero dar las gracias a los lectores que se han mantenido ahí todo este tiempo, demostrando interés por lo que yo iba escribiendo. Me sigue pareciendo extraño, pero mentiría si dijera que no es una sensación maravillosa saber que lo que escribes le llega a alguien. Gracias de corazón por estar ahí.

Y los que no la han leído por completo, bueno, decirles que tienen unos 10 días para hacerlo, porque a finales de mes retiraré toda la novela de la web. Ha sido genial escribir esto cada día, pero ahora que todo ha acabado intentaré publicar "La teoría de lo imposible" en papel (soy un nostálgico, me siguen gustando los libros impresos) Aún así, todavía tienen tiempo como para leer los capítulos que les falten, copiarlos...hagan lo que quieran. Y, si algún día esto llega a las librerías y les apetece, por favor, compren un ejemplar.

Unos cuantos anuncios más. La idea, en principio, era escribir durante un año entero. Pero creo que a estas alturas ya no tengo que demostrarle nada a nadie. Esto ha durado lo que tenía que durar. Aún seguiré escribiendo algunos capítulos más, contando historias que se me quedaron en el tintero y que aún siento deseos de explorar (me gustaría profundizar en los personajes de Anabel y Eva, hablar sobre el destino de Elsa, cómo rompió Lorena con su primer novio...) Pero no puedo prometer que con ello complete el año, ni siquiera que escriba un nuevo episodio cada día. Creo que simplemente seguiré porque aún no estoy preparado para decirle adiós del todo a estos personajes.

Mientras, lo cierto es que ya he comenzado a trabajar en una nueva novela-blog, "Tessa y los colores". Es más, a Tessa ya la conocen, no pude resistirme a presentarla en el capítulo 266. En principio la historia arrancará el próximo 16 de noviembre.

Creo que esto es todo. No pueden hacerse una idea de lo satisfactoria que ha sido esta experiencia para mí a todos los niveles. Todo lo que ha aportado, todo lo que he aprendido. Mil gracias por estar ahí, por sus ánimos, por sus comentarios, sus ideas, sus correcciones... Espero reencontrarme con todos ustedes en la próxima novela.

Fran Villalba




278. Epílogo. Dos meses más tarde

Las voces retumban por toda la casa de la playa. Seis personas riendo y disfrutando de su mutua compañía. El sonido de la felicidad ganándole la partida a la tristeza.

Sara coge una revista y la levanta por encima de la cabeza, mientras propone un brindis.

- Por el primer número de "La teoría de lo imposible". Y que haya muchos más en el futuro, Toni
- Gracias - contesta el aludido, arrebatándole el ejemplar mientras busca una página en concreto - Y porque pueda seguir publicando reportajes tan interesantes cómo éste: "Un vistazo en exclusiva al rodaje de "Milagros tristes", la primera película como director del famoso guionista..."
- Bla, bla, bla - le interrumpe Javi - ¿Quieres dejarlo? Vas a sacarme los colores
- Dime - pregunta Kim - ¿Cuando acabes la peli ya sabes cuál será tu siguiente proyecto?
- Sí. Voy a escribir una nueva comedia romántica - todos le miran con asombro - ¡Es verdad, las añoro! Quiero que sea estilo Amélie
- No intentes tomarme el pelo, cabrito - ríe Lorena, mientras se abalanza sobre Javi

Álex sale de la habitación, rumbo a la cocina. Se asoma a la ventana y se queda quieto, pensativo, mientras mira el firmamento. Kim entra pasados unos minutos y le abraza por detrás.

- ¿Todo bien? - pregunta
- Más que bien - responde con convencimiento - Sólo necesito un momento para mí
- De acuerdo. Yo me vuelvo, que estos cuatro a solas tienen mucho peligro

Le besa en la mejilla y se marcha. De nuevo a solas, Álex inspira profundamente y, en un acto reflejo, enciende la pequeña radio que hay sobre la encimera. No se puede creer lo que oye. Sonríe al reconocer la canción. Porque, en ese preciso instante, en la radio sonaba R.E.M.



A mi abuela
siempre en mi corazón

Las Palmas de Gran Canaria, 19 de octubre de 2012


viernes, 19 de octubre de 2012

277. Anécdotas

Cuando a Javi a veces le preguntan cómo ha conseguido convertirse en un guionista de éxito, siempre responde que es debido a que, con cinco años, su madre le compró un coche teledirigido a pesar de la oposición de su padre.

Evidentemente es una estupidez y Javi lo sabe. Pero es la manera elegante de decir que no tiene la más remota idea de cómo ha conseguido llegar a donde está. Vale, no hay nada que apoye la teoría del coche teledirigido. Pero igualmente resulta imposible asegurar, más allá de toda duda razonable, que no sea así. Y en igualdad de condiciones, cada uno decide creer en lo que le da la gana.

¿Hubiera tenido Álex un final feliz si Anabel no hubiera muerto? ¿Estarían juntos Javi y Sara si ésta no le hubiera engañado? ¿Serían pareja Toni y Lorena si el primero no se hubiera enfadado con Javi? Quién puede saberlo. Hacemos nuestro propio camino, pero no hay forma de explicar cada uno de nuestros pasos y lograr que todo tenga sentido. Demasiadas variables en juego.

Es como en la película "Dos vidas en un instante". La historia de Gwyneth Paltrow se bifurca en dos dependiendo de si pierde el metro o logra cogerlo. En una de las historias las cosas le van bastante bien. En la otra, no tanto. Pero curiosamente la historia "feliz" acaba con su muerte, mientras que la otra, la "triste", acaba de un modo esperanzador para ella. Hasta el final de nuestra vida nunca podremos estar seguro de qué cosas nos han traído suerte y cuáles no.

Por tanto, resulta absurdo echar la vista atrás e intentar trazar un mapa de acontecimientos. Sobre todo porque muchos de los sucesos de estos meses no han sido más que pequeñas anécdotas dispersas. Retazos de una vida, parpadeos, instantes congelados en el tiempo que, puestos uno tras otro, dan la sensación de haber formado una historia.


jueves, 18 de octubre de 2012

276. Reales

Si tiráramos una moneda al aire cien veces, al final veríamos aparecer tantas veces la cara como la cruz. La vida es equilibrio. Tenemos buenos y malos días. Triunfamos tantas veces como fracasamos. Nadie gana siempre.

Aunque en esta ocasión Álex, Toni y Javi han conseguido que así sea.

¿Era previsible que sus historias tuvieran un final feliz? ¿Probable? ¿Posible? Sinceramente, ¿a quién le importa? No malgastemos el tiempo preguntándonos por qué suceden las cosas. Aprovechémoslo disfrutando de los regalos que de vez en cuando nos hace la vida. Entender los "por qué" nos ofrecerá conocimiento, pero no cambia las cosas.

Personalmente soy fan de los finales felices. Me gustan porque son raros. Se escabullen entre los dedos, se corrompen con facilidad. Por mucho que los adoremos, se resisten a dejarse ver. Son esa opción que muchas veces ni siquiera está sobre el tablero. Tanto en el arte como en la vida.

Por eso me reconforta saber que mis chicos estarán bien. Que de algún modo, coherente o ilógico, se las han arreglado para salir ilesos y felices de esta aventura. Bien por ellos. Hay personajes a los que también quería muchísimo que no tuvieron tanta suerte en el pasado.

Pero Álex, Toni y Javi han sabido abrirse paso a través de todas las dificultades que se han ido encontrando. Han conseguido encontrar una voz propia, apoderarse de sus historias, marcar sus reglas. Es su tenacidad la que les ha permitido llegar a donde lo han hecho. Sin perder jamás la fe en lo que es sin duda la lección más importante que han aprendido en este tiempo.

Que nada es imposible.

Y ahora tomemos su ejemplo y salgamos a conseguir nuestros propios finales felices.




miércoles, 17 de octubre de 2012

275. Finales dulces y amargos

Nuestro mundo gira y gira y jamás se detiene. Siempre hay una tarea incompleta que espera su resolución. Cada noche, cuando nos vamos a la cama, cerramos los ojos intentando poner el contador a cero. Pero es sólo una ilusión óptica. A la mañana siguiente miles de pensamientos regresarán a nuestra mente.

Somos una obra inacabada que siempre encontrará nuevos retos. Al menos mientras respiremos.

Kim es consciente de ello. De la lucha continua que lleva tiempo librando por seguir en el tablero. Pero ahora ya puede descansar. Tiene el beneplácito de Anabel. Uno que no necesitaba pero que aún así agradece.

A veces escuchar por boca de otro lo que ya sabemos es lo que nos hace creer verdaderamente en ello. Son las personas que nos rodean quienes nos ayudan a entender mejor nuestra propia historia.

El accidente no fue culpa suya. Y yéndose no está abandonando a Álex. Siempre estará ahí para él, en un rincón de su corazón, al igual que Anabel. Además, tiene a los chicos.  Toni y Javi cuidarán bien de su novio, como siempre lo han hecho. Son unos amigos maravillosos.

Y, con el tiempo, Álex conocerá a otra mujer y se enamorará de nuevo. Será feliz. Eso es lo verdaderamente importante para ella. Cuando amamos a alguien, al final todo se reduce a ver cómo sonríe una vez más, independientemente de cuál sea el motivo.

Desde que cayó en coma, Kim ha estado resistiéndose a morir porque no quería dejar solo a Álex. Ha aguantado tanto tiempo sólo por él, por una cuestión de lealtad. Y ahora, por fin, se ve liberada de esa pesada carga. Puede volver a pensar en ella misma. Abrazar la libertad.

Sonríe. La sonrisa de quien entiende que ya no tiene asuntos pendientes que resolver.

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En casa de Sara no contesta nadie. 

Puede que haya salido a hacer la compra. Que quedara a desayunar con alguien. En realidad hay cientos de motivos que sirven para explicar su ausencia. Pero aún así, Javi tiene un mal presentimiento. Todos tenemos un sexto sentido que nos hace darnos cuenta de cuándo algo va mal. Si las piezas no encajan, si algo está fuera de sitio. Y así es como se siente ahora mismo.

Llama al timbre de Raquel, la vecina de Sara. Es diseñadora gráfica y trabaja desde su domicilio. Siempre se han llevado bien. Incluso solían bromear al encontrarse en la escalera. Ahora sólo espera que no haya salido y que pueda ayudarle. Tiene suerte y la puerta se abre.

- Perdona que te moleste, Raquel, pero no sabrás por un casual dónde está Sara

La reacción de la chica le confirma sus miedos. Algo pasa. Algo que no es nada bueno. Lo puede ver en sus ojos, en la manera en la que se lleva la mano a la boca, mientras se pregunta qué debe y qué no debe contarle. A fin de cuentas no deja de ser un ex novio que aparece de la nada. Raquel no conoce su historia. No tiene por qué.

- Por favor - le suplica
- Yo...verás...- contesta Raquel cediendo finalmente ante su ruego - Sara ha dejado el piso esta misma mañana. Muy temprano. Me dijo que quería empezar de cero en otro sitio, pero no sé dónde, de verdad. Todo lo que sé es que iba a coger un avión

Javi suspira. Recuerda las palabras de Álex. Sabe por qué está allí, qué es lo que desea de la vida. Cuál es su final feliz soñado. Por eso no titubea en su respuesta ni pierde la sonrisa.

- Entonces será mejor que me dé prisa y vaya rápidamente al aeropuerto

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Ha empezado una nueva vida. Está reinventándose a sí misma. Estudia una carrera. Tiene metas con las que hasta ahora no se había atrevido a soñar. Ha conocido a un chico, Juanfran, con el que va a cenar esta noche y con el que todo indica que terminará acostándose.

Lorena tendría que sentirse extremadamente feliz. Y sin embargo se siente desdichada.

Nunca hay que echar la vista atrás. Hasta hace poco creía que la frase, que tanta importancia ha adquirido recientemente en su vida, debía entonarse en forma de exclamación. Pero últimamente empieza a plantearse si no debería ir rodeada por signos de interrogación, formando una pregunta.

¿Realmente es necesario hacer siempre borrón y cuenta nueva? ¿Que algo no salga bien la primera vez es suficiente como para invalidarlo para siempre? ¿Por qué hay que escapar de las dificultades en vez de abrazarlas y aprender a superarlas?

Su ídolo, Amélie, también escapa de su propia vida, embarcándose en una cruzada por ayudar a los demás, sin darse cuenta de que es ella quien necesita ayuda. La diferencia es que Amélie finalmente encuentra a alguien que la rescata de su error. Pero nadie ha acudido en ayuda de Lorena. Ojalá Toni hubiera ido a buscarla.

Se permite un instante de autocompasión hasta que la voz de su conciencia, hastiada de tanta estupidez, grita que ya está bien. De acuerdo, el príncipe azul no ha cabalgado hasta allí. ¿Y qué? ¿Qué importa? Los caminos sirven para andar en dos direcciones. Sólo tiene que tomar la iniciativa.

Amélie siempre ha sido una inspiración. Debía aprender de sus errores, no copiarlos. No importa qué camino tome, siempre y cuando el desenlace sea el que ella desea. Aunque tenga que ser Lorena quien retroceda sobre sus propios pasos.

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Cuando Álex llega al hospital se encuentra a Eva llorando en la puerta de entrada. La rodea con sus brazos, ofreciéndole consuelo, mientras le pregunta qué ocurre.

- Van de desconectarla - gimotea Eva - Van a desconectar a Kim
- Es una gran noticia
- ¿Cómo dices? - pregunta algo enfadada, incapaz de entender el razonamiento
- Es una manera de acelerar las cosas - se explica Álex - No sé por qué nos empeñamos en aplazar las decisiones importantes, como si nos diera miedo afrontarlas. Los problemas no se desvanecen. Siguen ahí, esperando a que reunamos el valor para enfrentarnos a ellos

"Kim dejará de respirar o empezará a hacerlo por sus propios medios, son las dos únicas opciones. Alargar esto no cambiará las reglas del juego. Podemos pensar que las posibilidades juegan a nuestro favor o en nuestra contra. Que lo tenemos fácil o que nuestros deseos son casi imposibles. Pero a la hora de la verdad,  nadie sabe nada con certeza. Tenemos que esperar y ver qué ocurre"

"La vida se compone de finales dulces y finales amargos. Son como el yin y el yan, mantienen una especie de equlibrio cósmico. Para que algunas personas rían otras deben llorar. Es un ejercicio cruel, pero absolutamente necesario. La alegría se nutre de la tristeza y viceversa. Sin la una, la otra no tiene sentido"

"No todas las historias pueden acabar bien, eso es un hecho. A veces hay suerte y a veces no. Antes de que acabe el día habrá lágrimas de alegría y lágrimas de tristeza, de eso estoy seguro. A quién le tocará qué, lo desconozco. Sólo nos queda esperar y observar qué final nos tiene reservado a cada uno el caprichoso destino. Y cruzar los dedos. Eso nunca hace daño"

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Va en su coche, a toda velocidad, en una carrera contrarreloj para llegar al aeropuerto antes de que la mujer a la que ama coja un avión. Es consciente de que la escena parece sacada de una de sus películas.

¿Y qué tiene eso de malo?, se pregunta Javi. Sí, quizás la gente "normal" no hace estas cosas. ¿Pero quién decide qué es normal y qué no? ¿Cuando optamos por relegar toda la magia a la gran pantalla y vivir en un mundo gris en el que no nos atrevemos a ser quienes queremos ser?

Si todas las comedias románticas acaban igual a lo mejor es porque a la gente le gusta que así sea. Y si les gustan esos finales es porque en el fondo les encantaría poder vivir esas situaciones. La ficción no es más que una versión mejorada de nuestra realidad.

Seguimos sin creer en nosotros mismos, ese es el problema. Pensamos que los finales felices son para los cuentos de hadas y que la vida real sólo trae tristeza y amargura. Y como en las profecías autocumplidas, al final nuestra falta de fe es la que nos ha llevado a que así sea.

Le gustan las comedias románticas. Al final se ha rendido a la evidencia. Si renegaba de ellas era porque se sentía avergonzado, como si escribir acerca del amor eterno fuera algo tonto. Entretenimiento de segunda. Pero algo que hace feliz a tantos millones de personas no puede ser malo. Es la esencia de los sueños. Y a todos nos gusta soñar.

Ahora mismo no intenta imitar a las películas. Intenta que las películas se conviertan en un reflejo de lo que debería ser la vida. Y se siente orgulloso por ello.

Mira el reloj. No sabe a qué hora sale el vuelo de Sara, ni de qué avión se trata. Ni siquiera si llega pronto o tarde. No sabe nada. Pero lo está intentando. Y eso le hace sentirse vivo.

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Lorena entra en casa de Laura como un torbellino, con absoluta determinación. No quiere dar explicaciones. Siente que no tiene por qué. No se trata de convencer a su amiga de que lo que va a hacer es lo correcto. Mientras ella lo piense, el resto carece de importancia.

Se dirige rápidamente a su habitación, sin pararse siquiera a saludar. Tiene prisa. Pero su compañera de piso se interpone en su camino, intentando frenarla.

- Lorena...
- Laura, eres como mi hermana y te quiero. Siempre me das buenos consejos y siento haber sido una capulla y no escucharte lo suficiente. Pero hoy tengo claro lo que debo hacer. Voy a coger algo de ropa, irme al aeropuerto y tomar el primer avión que me lleve a donde está Toni 
- ¿Quieres dejarme hablar un momento?
- ¡No! No tengo un momento. La gente cree que va a tener miles de momentos. Que la vida es eterna y que lo pueden dejar todo para más adelante. Pero es mentira

"No podemos fiarlo todo al mañana, porque a lo mejor mañana resulta ser nunca. Todos tenemos una oportunidad para ser felices. Todos. Pero la gran mayoría la desperdiciamos precisamente porque somos demasiado cobardes como para hacer algo a tiempo"

"Hay una persona a la que quiero. Y me encantaría quedarme dormida esta noche entre sus brazos, y despertarme y saber que sigue ahí, conmigo. Y vale, él no está aquí, pero no pienso quedarme a llorar por ello. Lo que voy a hacer es ir a buscarle y decirle cómo me siento y..."

De repente descubre que no están solas.. Una tercera persona sale de su habitación. 

- Es lo que intentaba decirte - contesta Laura divertida - Toni está aquí

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- Quiero quedarme - dice Kim

Abre los ojos y sonríe, ante la sorprendida mirada de Anabel. Decididamente no se esperaba esa respuesta. La imprevisible Kim ataca de nuevo, se dice a sí misma, infundiéndose valor.

- Tenías razón, no puedo hacerlo sólo por Álex. Es estúpido vivir nuestra vida para complacer a otras personas, por mucho que las queramos. Al final tenemos que pensar en nosotros mismos. Debemos darnos prioridad en algún momento. Ser un poquito egoístas

"El problema es que no quiero morirme. Estoy enamorada y soy feliz, ¿por qué diablos iba a querer renunciar a eso? Quiero besos, caricias, hijos, nietos... una vida plena. No estoy preparada para abandonar tan pronto"

"No me malinterpretes, estoy dispuesta a sacrificarlo todo por las personas a las que quiero. Pero eso no significa que sea una gran amante de los sacrificios. No me gusta el dramatismo innecesario. Si te soy sincera, siempre he odiado a los puñeteros Romeo y Julieta. Su historia será todo lo bonito que tú quieras, pero no acaban juntos. A veces la brevedad no es ninguna virtud"

"No hay nada de malo en rendirse, lo sé. Pero tampoco lo hay en querer seguir intentándolo. Soy una luchadora, qué puedo decirte. Mi momento no está aquí, en el más allá o lo que demonios sea esto. Mi momento está ahí fuera, con Álex. Me lo merezco. Y si no me lo merezco, me da igual. Lo quiero de todas maneras"

Anabel sonríe y se funde en un abrazo con Kim.

- Lo que has dicho es precioso. Y ojalá pudieras realizar todos sus sueños. Por desgracia la decisión de vivir o morir no depende de ti - le susurra al oído, con un deje melancólico

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Sentada cerca de su puerta de embarque, Sara se dedica a mirar por la amplia cristalera cómo aterrizan y despegan los aviones. En su interior, cientos de pasajeros que vienen, que van, que buscan y abandonan, que sueñan, lloran y esperan. 

Ni siquiera sabe cómo se siente. Y no tiene fuerzas para pensarlo en este momento. 

"Señorita Sara Muñoz, por favor, acérquese al mostrador de información", suena de repente por megafonía.

Tarda unos segundos en reaccionar, extrañada de que se estén dirigiendo a ella. Piensa en los posibles motivos para que su presencia haya sido requerida. Se le ocurren muchos. Pero ni en un millón de años hubiera imaginado que todo tuviera que ver con una inesperada visita.

- ¿Javi? ¿Qué diablos haces aquí?
- Vaya, pensé que estarías más interesada en saber cómo han accedido a hacer el anuncio por megafonía. Porque te juro que no ha sido fácil. Pero he pensado que era mi mejor opción para localizarte a tiempo, con tanta gente y sin saber por dónde empezar...

No, no es momento de bromear y lo sabe. Es hora de abrirse y ser él mismo. Ya ha tardado demasiado tiempo en permitirse tener una voz propia.

- Escucha, tenías razón, nunca he estado solo. Y puede que sea lo que necesite. Y si es lo que quieres, te prometo que lo haré. Pero un mes, un año, un siglo, no cambiará el hecho de que te  amo y te necesito a mi lado

Sara se queda muda, sin saber qué decir. Así que no dice nada. Se da media vuelta y comienza a alejarse, lentamente, mientras una lágrima comienza a correrle por la mejilla.

Pero sus pies se niegan a continuar la huida, así que da media vuelta y mira de nuevo a su ex novio.

- Yo también te quiero, idiota. Y este es un momento precioso. Pero sabes que después del fundido a negro de hoy, mañana se volverá a abrir el telón, ¿verdad? Y que entonces tendremos que continuar la función y que no todo será de color de rosa
- Lo sé. Y no me importa. Es más, estoy deseando que llegue mañana.

Se acerca y coge a Sara de la mano mientras la mira fijamente a los ojos, con dulzura.

- No voy a irme de aquí sin ti. Me da lo mismo el tiempo que necesite para convencerte, no tengo prisa. Puedo seguir hablando eternamente hasta que aceptes

Sara sonríe. Primero tímidamente. Luego con todas sus fuerzas. Se besan apasionadamente. No están dispuestos a dejar de hacerlo lo que les reste de vida.

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- ¿Has venido para pedirme que vuelva a casa contigo? - pregunta Lorena
- No

Sólo una palabra hace falta para que el castillo de ilusiones de la joven se derrumbe hasta quedar hecho añicos. Al ver a Toni ha sentido cómo su corazón se aceleraba de alegría. Pero, como si de una broma cruel se tratara, todas sus esperanzas se desvanecen en cuestión de segundos. Se da media vuelta, enrabietada, sin darse cuenta de que el chico aún no ha terminado de hablar.

- He venido para pedirte que seas mi novia

Lorena le mira, aún con lágrimas de tristeza y de furia que se confunden y se mezclan por todo su rostro, enrojecido por la llantina. Toni agacha la cabeza intentando encontrar, por primera vez en su vida, las palabras correctas para describir lo que siente en su corazón.

- Escucha, creo que el que vinieras aquí fue una gran elección. Este es tu sitio, Lorena. Tienes tantos sueños por cumplir... pero eso no significa que tengamos que renunciar a lo nuestro. A no ser que sea lo que tú quieres. Porque lo que soy yo, sólo pienso en estar contigo
- Así que me sugieres que tengamos una relación a distancia
- Algo así
- Las relaciones a distancia son difíciles
- La vida es difícil. O fácil. Dependiendo de cómo nos propongamos vivirla. Te quiero, ¿vale? Y si hace falta que después del trabajo vuele cada noche hasta aquí para dormir contigo, te juro que lo haré. Pero no renuncies a esto. No tienes por qué elegir entre la universidad o yo. Puedes tenerlo todo

Puede tenerlo todo. Se da cuenta de ello. ¿Cuanta gente puede decir lo mismo? Así que decide no complicar más las cosas con dudas absurdas y aceptar la suerte que tiene.

- ¿Algo más que quieras decirme?
- Para ser sincero sí. En tu ausencia he visto Amélie unas cuantas veces. Creo que adoro esa película
- No sé si me estás tomando el pelo - ríe Lorena
- Bueno, tienes todo el tiempo del mundo para descubrirlo, ¿no te parece?

Lorena salta sobre él. Le besa por toda la cara. Se abraza fuertemente a su cuello y le susurra al oído que por favor, nunca, nunca, la abandone. Toni asiente. Es una promesa que está preparado para cumplir.

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La vida está llena de finales felices y finales amargos, que se entremezclan formando una combinación agridulce que nos golpea de un modo inesperado. Una extraña mezcla de sentimientos que se agolpan en nuestros cerebros y nuestros corazones y que nos hacen sentirnos, de algún modo, felices de estar vivos.

Llorar ante situaciones tristes está bien. Nos recuerda que aún somos capaces de emocionarnos con algo. Cada vez que nos sufrimos, reímos, nos interesamos por historias ajenas a nuestra propia vida, ya sea en una película, un libro o algo que le ha sucedido a alguien a quien conocemos, demostramos que aún hay esperanza para la humanidad. Que sentimos empatía y nos preocupamos los unos por los otros.

En el hospital, los médicos le quitan a Kim todos los aparatos que, hasta hace unos segundos, le permitían seguir respirando artificialmente. Lo hacen de manera mecánica, acostumbrados a lidiar cada día con la muerte, hasta haberle perdido no el respeto, pero sí el miedo.

"Para que algunas personas rían otras deben llorar"

Álex se sienta en la cama, junto a Kim. La coge de la mano y la mira con orgullo. Feliz por haberla conocido. Por haber compartido con ella algunos momentos verdaderamente mágicos. Hay gente que en toda su vida no consigue tener algo así. Y en poco más de tres décadas él ya lo ha tenido, en dos ocasiones. Con Anabel y con Kim. Dos mujeres maravillosas.

Sus lágrimas son de alegría.

"No todas las historias pueden acabar bien, eso es un hecho"

¿Qué es un final feliz? Para Álex, lo es haber conocido el amor. Tener la suerte de encontrar a una mujer maravillosa que le enseñó que no podía rendirse. Que estuvo a su lado en sus peores momentos y le dio un motivo para seguir luchando. La vida es hermosa. Aunque hoy llueve, nadie sabe qué tiempo hará mañana.

La esperanza es un final feliz.

"La alegría se nutre de la tristeza y viceversa"

Se inclina sobre el cuerpo inerte de la mujer a la que creyó que podría salvar viendo una exposición de pintura de Rembrandt. Qué deliciosa ingenuidad. Kim estaría encantada de escuchar esa historia. Por eso lo hizo, como un homenaje a su memoria. Esté donde esté, seguro que aplaude su iniciativa. Misión cumplida.

Mientras agarra su mano, piensa en soltar un último discurso. Pero comprende que hay dos palabras que sintetizan perfectamente las miles de frases que podría decir en un momento como éste.

- Te quiero

"A la hora de la verdad, nadie sabe nada con certeza"

Álex besa a Kim en la frente. Y entonces, nota su respiración. Tenue, pero persistente. La chica abre los ojos, lentamente, sin prisa.

- Te he oído - le dice
- Bienvenida a casa - responde Álex - Te he echado de menos




martes, 16 de octubre de 2012

274. La hora de los milagros

Álex sale del hospital con una sonrisa en los labios, completamente relajado. Quien no supiera lo que acaba de ocurrir diría que es una persona feliz. Sus amigos le miran preocupados.

- ¿Estás bien? - pregunta Javi, temeroso de que se encuentre en estado de shock
- Oh, sí. Perdona, estaba pensando en la fiesta que voy a organizar por el regreso de Kim. Debería hacerla en la casa de la playa, ¿no creéis?
- Álex - le interrumpe Toni, con semblante serio - ¿Escuchaste lo que dijo el médico?
- Sí. Que Kim nunca despertaría. Pero se equivoca

"Vale, sé lo que estáis pensando, pero no me he vuelto loco ni estoy en fase de negación. No es nada de eso. Lo que ocurre es que finalmente lo he comprendido todo. Tengo la respuesta"

"Llevamos casi un año hablando de teorías. Qué es imposible, qué no lo es. Cómo tenemos que perseguir nuestros sueños. Y es algo genial, ha sido un gran avance. Pero nos falta dar el último paso: dejar de hablar de lo que podemos hacer y hacerlo"

"Está bien decirnos que las cosas mejorarán. Pero llega un momento en que tenemos que dejar de soñar con los ojos abiertos y ponernos manos a la obra. Imaginar algo es más fácil que luchar por ello. Pero si realmente lo quieres, tienes que estar dispuesto a darlo todo"

"Ya lo sé, vais a decirme que la vida no funciona así. ¿Pues sabéis qué? Que se joda la vida. Estoy harto de los límites, de los muros, de las trabas. Estoy harto de no creer en los milagros. Puede que el resto del tiempo haya reglas, pero hoy vamos a saltárnoslas. Todavía hay tiempo para arreglar las cosas. Hoy haremos posible lo imposible"

"Es ahora o nunca. La ópera no acaba hasta que canta la señora gorda"


lunes, 15 de octubre de 2012

273. Resolución

Kim abre los ojos, desorientada, sin saber muy bien dónde se encuentra. Lo primero que ve es a Álex, a su lado, sonriéndola con dulzura mientras sostiene su mano.

- Buenos días, bella durmiente - saluda

La chica también esboza una sonrisa, se incorpora con algo de esfuerzo y besa a su novio hasta quedarse sin aliento. 

- Siento haberte dado este susto - se disculpa Kim - ¿Cómo podré compensarte?
- Bueno, puedes casarte conmigo

Álex saca un anillo de su bolsillo. Kim apenas lo mira. No necesita fijarse en él, sino en la persona que lo sostiene. El hombre con el que va a tener la suerte de pasar el resto de su vida. Sus ojos indican que, por supuesto, acepta. Pero para que no haya dudas, agita la cabeza arriba y abajo mientras no deja de repetir "¡sí!" una y otra vez.

La historia tiene un final feliz. Ha sido un largo camino, pero Álex siente que por fin todo ha terminado como debía hacerlo. Que a partir de ahora todo va a ir bien.

- ¿Álex? ¿Álex?

La voz pertenece a un médico, pero no consigue terminar de ubicarlo. En la habitación sólo están Kim y él. Al menos eso es lo que suponía, porque de repente aparecen más siluetas. El doctor, Toni, Javi... Mira hacia Kim. Pero su novia vuelve a tener los ojos cerrados. Demasiado inmóvil.

- ¿Me ha escuchado, Álex? - continúa hablando el médico - El estado de Kim ha empeorado. La situación es irreversible. Es imposible que vuelva a despertar jamás. ¿Lo entiende? Lo siento mucho. Se ha ido. Se ha ido para siempre



domingo, 14 de octubre de 2012

272. Tiempo de descanso

Abre los ojos sintiendo que lleva soñando una eternidad. Pero al instante se da cuenta de que sigue dormida. O en coma, tanto da. Además, tiene compañía. Una mujer a la que ha visto en infinidad de fotografías, pero con la que nunca pensó que llegaría a hablar.

- Hola, Anabel
- Hola, Kim. Me alegro de que finalmente hayamos podido conocernos
- Lo mismo digo

Están en una especie de habitación blanca y luminosa, pero situada en mitad de un extenso prado. Kim entiende que, dentro de los sueños, las cosas no necesitan tener sentido.

- Supongo que no es una visita de cortesía. Hay algo que quieres decirme, ¿verdad?

Anabel asiente con la cabeza.

- Antes que nada, quiero darte las gracias por haber cuidado tan bien de Álex. Estaba muy preocupada por él
- Él te amaba con locura. Siempre te querrá. Es importante que lo sepas
- Ya lo sé. Pero gracias por decírmelo
- Vale, y ahora dame las malas noticias. No voy a despertarme, ¿verdad?
- Kim, sé que llevas meses aferrándote a la vida sólo por Álex. Porque no quieres abandonarle. No quieres que pasa otra vez por esto. Y es conmovedor. Pero él debe vivir su vida y tú has de seguir tu camino. He venido a decirte que ya puedes descansar. Te lo has ganado

Kim mira a Anabel. Se siente invadida por una sensación de completa y absoluta armonía. Y entonces, dentro de su propio sueño, cierra los ojos en paz consigo misma.



sábado, 13 de octubre de 2012

271. Solo

Javi y Sara se reencuentran en el parque. Al verse, se funden en un fuerte abrazo que ninguno de los dos desea que acabe nunca. Atrás quedan los malentendidos. Por fin vuelven a estar juntos.

-  Hemos recorrido un largo camino - confiesa Sara
- Lo sé. Nos hemos dicho "hasta siempre" tantas veces que ya he perdido la cuenta. Y sin embargo, aquí estamos

Javi mira a Sara y, por primera vez en mucho tiempo, no le vienen a la cabeza los malos momentos. El engaño, las discusiones... Todo ha quedado desterrado al mundo del olvido

- Te quiero - confiesa, sin importarle lo más mínimo exponer tan abiertamente sus sentimientos
- Y yo a ti

Sin embargo hay algo en el tono de voz de Sara que le hace suponer a Javi que hay un "pero" en camino. Por desgracia, no se equivoca.

- Pero no podemos estar juntos - continúa Sara - Necesitas estar solo, Javi. Nunca lo has estado en tu vida, has ido saltando de una relación a otra. Empezaste a salir conmigo sólo un mes después de dejarlo con tu anterior novia. Y fíjate en tu historial en los últimos meses.

"No puedes salir con alguien sólo porque te aterrorice estar solo. No digo que no me quieras, sólo que ahora mismo no están en disposición de saberlo. Date tiempo. Aprende a quererte. Descubre qué quieres realmente de la vida. Deja que la soledad te guíe"

Antes de irse, Sara le da un último beso en la boca. Dulce y amargo al mismo tiempo. Se da la vuelta y se marcha. De ese modo no tiene que ver cómo las lágrimas corren por las mejillas del guionista. Consciente de que ella tiene razón, odiando que así sea.


viernes, 12 de octubre de 2012

270. No hay un final feliz para todo el mundo

Hay una regla no escrita en las comedias románticas que dice que si la protagonista está enamorada de dos hombres, uno de ellos tiene que ser un perfecto idiota. Todas las piezas deben encajar. Los buenos siempre reciben su recompensa. Sólo los malvados terminan solos.

Pero ¿qué ocurre cuando en la vida real todas las personas implicadas son buenas y merecedoras de nuestra simpatía? ¿Qué ocurre si, pase lo que pase, no hay un final feliz para todo el mundo?

Es el caso de Toni. Quizás podamos entender que no acabe con Elsa, no deja de ser historia antigua y los dos se hicieron demasiado daño. Pero ¿qué pasa con Lorena y con Eva?

Si Toni acaba con la primera, Eva sufrirá un castigo injusto. Y si sigue con la segunda, sentiremos que hay algo que no está bien, que las cosas tendrían que haber sido de otro modo. Y aún hay otra posibilidad: que no se quede con ninguna y termine completamente solo.

Como se puede ver, siempre hay alguien que sale perdiendo.

Es una situación imposible y todos lo saben, pero nadie quiere ser el primero en admitirlo. Hasta que finalmente, en este caso, es Eva la que toma la iniciativa

- Te dejo - le dice a Toni durante la cena
- ¿Por qué? - pregunta él, desolado
- Porque tú aún amas a Lorena, lo sepas o no. No es algo que puedas decidir, no tengo nada que reprocharte. Pero te quiero demasiado como para ocultarte lo que veo cada día en tus ojos

Toni intenta decir algo, pero Eva no se lo permite. Si él toma una decisión, la que sea, será quien salga derrotado. Hoy le toca a ella hacer el sacrificio. Elige perder para que alguien a quien quiere pueda ganar. Así de extraña es la vida. Así de injusta.



jueves, 11 de octubre de 2012

269. El peso de la realidad

Se ha repetido a sí mismo que era una locura miles de veces. Ha bromeado al respecto, ha admitido la estupidez de su pensamiento. Ha tratado de fingir que es una persona cabal y que no cree en los cuentos de hadas. Pero era mentira. En el fondo Álex creía en su plan, como los niños creen en los Reyes Magos. Porque el poder de la ilusión supera siempre a cualquier lógica.

Era un mecanismo de defensa. Decía que no iba a funcionar para intentar prepararse en caso de que todo fuera mal. Pero ahora que empieza a verse atrapado en el peor escenario posible, Álex se da cuenta de que hay cosas para los que uno jamás consigue estar listo del todo.

Por fin está de vuelta en casa. Se da una ducha y va al hospital. Habla con Kim y le dice que ha visto toda la exposición. Le cuenta detalles de cada cuadro. De cada país en el que ha estado. De toda la gente a la que ha conocido. Como si fuera el príncipe azul besando a la dormida Blancanieves que sólo está descansando a la espera de recibir su mágico beso de amor verdadero.

Pero terminada la explicación, Blancanieves no despierta. Kim continúa en coma y la desesperación comienza a llamar a las puertas del alma de Álex.

Vuelve a su piso. Se acuesta un rato, con el teléfono en la mano, esperando recibir una llamada que le haga resoplar de alivio y le demuestre que sólo ha sido un gran susto. El momento de tensión que siempre se vive antes de que las cosas terminen arreglándose.

Pero el teléfono permanece mudo y el peso de la realidad se abate sobre él. Entiende lo fútil de todos sus esfuerzos. Siempre lo ha sabido, pero ahora lo entiende. Comienza a llorar. El llanto más desgarrador que jamás se haya escuchado. Tarda muchas horas en conseguir que su cuerpo se quede sin lágrimas que segregar.


miércoles, 10 de octubre de 2012

268. Dos palabras

Le cuesta hacer la llamada. Hay cosas que no quiere saber de la vida de Lorena, como si ha conocido a alguien. Y hay cosas de las que él tampoco desea hablar. Como de Eva.

Es curioso cómo el desconocimiento nos brinda una falsa sensación de felicidad. Podemos imaginar que todo es como nos gustaría que fuera. Que nuestros antiguos amantes siguen enamorados de nosotros, que no han seguido adelante con sus vidas.

A pesar de sus reticencias, Toni acaba marcando el número de teléfono.

- Llamaba para ver cómo te va
- Genial, la verdad. Mucho estudio y poco tiempo libre, pero bueno, es toda una experiencia

Como si existiera un pacto tácito entre ellos, Lorena decide jugar al mismo juego. Ofrece informaciones, oculta otras. Hace preguntas pero elude sacar temas comprometidos. 

- Gracias, Toni - dice tras un largo silencio por parte de ambos
- ¿Por qué?
- Por obligarme a venir. Sé que me enfadé y me comporté fatal contigo creyendo que querías librarte de mí. Pero ahora lo entiendo. Y te estoy muy agradecida
- No tienes por qué. Eres una mujer extraordinaria que está llamada a hacer grandes cosas

Siguen hablando un buen rato. Se intercambian piropos, dejan claro cuánto se importan mutuamente. Lo dicen prácticamente todo, menos las dos palabras que ambos están deseando pronunciar y escuchar. Te quiero.

Sólo se atreven a decirlas cuando la llamada ha finalizado y sólo hay estática al otro lado de la línea. Una declaración de amor cobarde y solitaria. El error más común en el que todos caemos.




martes, 9 de octubre de 2012

267. Sin sentimientos

El desamor también tiene sus etapas de duelo. Tristeza, ira, frustración y dolor. Las vamos alternando, como en una montaña rusa emocional en la que no estamos seguros de qué debemos sentir. Hasta que llega un momento en el que ya no sentimos nada.

Así lo comprueba Javi cuando habla con Eli y, tras varias negaciones poco convincentes, ella acaba admitiéndolo todo. Creía que iba a odiarla. Pero descubre que está más molesto consigo mismo por haber permitido que ocurriera. Por haber sido tan idiota de comer la manzana, pincharse con la rueca, caer en la trampa. 

- ¿Estás enfadado conmigo? - pregunta Eli con voz infantil. Y lo peor es que no es un truco para dar lástima, realmente se siente incapaz de adivinar la respuesta
- No - admite Javi - Y ese es el problema, que ni siquiera consigo que esto me importe todo lo que debería importarme. No significas lo suficiente para mí. Durante un tiempo, como es lógico, hablaré de ti y de todo lo ocurrido. Serás una anécdota recurrente. Hasta que dejes de serlo y sencillamente desaparezcas de mi vida para siempre

Eli se echa a llorar al escuchar las duras palabras de Javi. 

- Tú nunca me has amado - le reprocha 
- Tienes razón. Nunca lo he hecho

Es una respuesta innecesariamente cruel, se da cuenta de ello. Pero no retira lo dicho ni pide perdón. No le ve la lógica a intentar ser amable con ella. Ni tampoco desagradable. Aunque resulte difícil de creer, no ha dicho nada con intención de hacerle daño conscientemente. Eso significaría que le importa lo que Eli piense. Y no es así. Javi sólo quiere irse a casa, eso es todo.




lunes, 8 de octubre de 2012

266. Tessa y los colores

Tessa se parece a Zooey Deschanel. Tiene unos ojos azules grandes y penetrantes que cautivan a todo el que la mira. Álex, por supuesto, no es la excepción.

La conoce en otro aeropuerto, el último, mientras pone una reclamación a la compañía aérea que le ha perdido su equipaje. Como si a pesar de haber visto todos los cuadros y cumplido así la misión, sus maletas aún no estuvieran preparadas para regresar a casa.

Álex resopla y refunfuña. Está molesto y cansado. Tessa, por su parte, parece relajada y hasta divertida con la situación. Juega con su flequillo mientras silba una pegadiza melodía.

- Te veo muy tranquila 
- Bueno - Tessa se encoge de hombros - Enfadarme no hará que la maleta aparezca antes. Créeme, he probado esa táctica en el pasado. Y no resulta
- Es una buena filosofía
- Es todo lo que tengo, una buena filosofía. El resto de mi vida es un completo caos. Me he dado un año para ordenarla. Comenzando hoy

Álex sonríe, le desea suerte y se aleja, cuando la voz de la chica resuena a sus espaldas.

- Azul
- ¿Perdona?
- Tu color. Lo siento, me gusta asignarle colores a las personas. Y tú eres definitivamente azul. Es un color con una gama amplia de tonalidades. Ahora mismo crees que todo se oscurecerá hasta confundirse casi con el negro, pero no es así. Todo se volverá celeste. Confía en mí.

Tessa sonríe y le guiña un ojo. Y por un instante, Álex la cree y suspira aliviado.


domingo, 7 de octubre de 2012

265. El abogado del diablo

Mintió a Javi. Se inventó un embarazo y conspiró para mantenerlo alejado de Sara. El comportamiento de Eli no tiene excusa. Pero sí un por qué. Y ejerciendo de abogado del diablo, es necesario exponerlo. Porque todos, hasta los culpables, merecen una oportunidad para explicarse.

Eli no fue una niña feliz. Nunca tuvo una familia que la hiciera sentir a salvo, que le dijera que todo iba a salir bien. En lugar de ellos recibió golpes. De los que se ven y cicatrizan y de los que no se ven pero tardan mucho más en curarse, si es que alguna vez lo hacen.

Nunca conoció el amor, así que no sabe lo que es. Lo confunde con una variante retorcida y mezquina, una sombra del auténtico sentimiento. Como una imitación barata y de mala calidad.

Quiere que la quieran. Pero como no sabe qué hacer para lograrlo, actúa de un modo que hace imposible que alguien pueda llegar a quererla realmente. Es la pescadilla que se muerde la cola. Intentando conseguir algo, involuntariamente pone todo su empeño en destruirlo. 

Sí, intentó alejar a Sara. Pero ¿no tenía algo de razón al sentir miedo de que Javi quisiera volver con ella? Y ha intentado retener a su novio usando todo lo que tenía a su alcance, eso es cierto. Aunque de nuevo sabemos que, de no haberlo hecho, hace tiempo que él la habría abandonado.

¿Excusa algo de lo dicho su comportamiento? En absoluto. Todos somos responsables de nuestros actos. No obstante los monstruos no se crean de la noche a la mañana, siempre hay un motivo. Eso no los hace merecedores de lástima ni les exime de sus crímenes. Pero ofrece algo de luz sobre sus motivaciones.

Todos forjamos nuestro propio destino, aunque hay quien nace con las cartas marcadas. Por desgracia para él, por desgracia para todos. Víctima y verdugo. Como Eli.


sábado, 6 de octubre de 2012

264. Mentiras y sospechas

Desde si encuentro con Sara, Toni le ha dado muchas vueltas al asunto. Ha intentado encontrar algo que tire por tierra sus sospechas. Pero al final vuelve al principio de la Navaja de Ockham. Si la chica recibió un mensaje del móvil de Javi y éste no lo escribió, sólo queda un sospechoso.

- Eli te ha engañado - sentencia

Javi quiere sentirse indignado por la acusación de su amigo. El problema es que lo que acaba de decir resulta no sólo plausible, sino más que probable. Y lo sabe.

- A ver si lo entiendo. ¿Me estás diciendo que Eli le mandó un mensaje a Sara haciéndose pasar por mí sólo para conseguir que no volviera a hablarme?

Toni frunce el ceño. Sí, es lo que quiere decir. Pero eso no es todo cuanto tiene que contar. El problema de atreverse a abrir la caja de Pandora es que luego resulta imposible volver a cerrarla.

- Ojalá sólo fuera eso. Me temo que hay más
- ¿A qué te refieres? - pregunta Javi. Y antes de terminar la frase, adivina la respuesta. Es el sexto sentido que todos tenemos, que nos ayuda a unir los puntos un segundo antes de ver el dibujo completo. Comienza como una idea absurda que va cobrando fuerza hasta convertirse en una verdad incuestionable

- Bueno, no tengo pruebas al respecto - dice Toni, bajando la mirada - Es una intuición, y sabes que me gusta seguirlas porque rara vez me equivoco. Y...no hay manera sencilla de decirlo...creo que deberías hablar con Eli sobre su embarazo. Pedirle alguna prueba

Javi se queda inmóvil. Es justo lo que estaba pensando. De algún modo se siente enfadado, traicionado, nervioso. Pero también aliviado. Esa es la verdad.

viernes, 5 de octubre de 2012

263. Última escala

La pantalla indica que los pasajeros con destino a Berlín, la ciudad donde vive Martha, pueden embarcar. La mujer camina hacia la puerta señalada en compañía de Álex, que lleva su mochila a cuestas y un nuevo billete en las manos.

Se dan la mano en un gesto instintivo. Están a punto de subir al avión. Lo que para Álex significa cambiar radicalmente el rumbo de su historia. Traga saliva.

Lleva todo un año reflexionando. Teorizando, pensando, analizando. Desgranando los motivos de sus acciones, considerando las posibilidades, intentando adivinar por qué hace lo que hace. Cómo vencer a sus miedos, cómo tomar las decisiones correctas. Horas y horas de introspección.

Y todo para tener que tomar una decisión crucial en apenas medio minuto.

Piensa. En Anabel. En Kim. En sus amigos. Sus sueños. La tristeza. La alegría. El día en el parque de atracciones. La mujer del museo. La casa de la playa. Esta noche en el aeropuerto. La promesa de un mañana mejor. Sus deseos. Todo mezclado sin orden ni concierto.

Dicen que en los instantes antes de morir la vida entera pasa por delante de tus ojos. Pero Álex no está seguro de que eso sea cierto. Cree que hay un filtro que hace que sólo veas las cosas verdaderamente importantes. Pocas imágenes pero de gran valor. Lo sabe porque él tiene una revelación similar.

Suelta la mano de Martha, la mira a los ojos y le dice que no puede acompañarla. Ella lo entiende. Se besan en la mejilla y se separan. Sin tiempo para la melancolía, Álex corre a coger su otro vuelo. Ha hecho una elección. Ha elegido la historia cuyo final no está en sus manos. Sólo espera para que la vida no tenga un sentido del humor demasiado retorcido y crea en los finales felices.


jueves, 4 de octubre de 2012

262. Casualidades

A diferencia de la suerte, que es necesario ganársela, las casualidades son mucho más caprichosas e impredecibles. No están bajo el control de nadie. No entienden de justicia. Dan y quitan indiscriminadamente.

A veces la vida sigue planes elaborados y otras tira los dados dejando que sea el azar el que decida qué va a ser de nosotros.

Toni se encuentra con Sara por la calle por pura casualidad. Es algo que entra dentro de lo previsible, ya que ambos viven en la misma ciudad. Pero no es menos cierto que llevan un año sin verse y se cruzan precisamente hoy. El momento oportuno, el lugar adecuado.

Por un momento está tentado de mantener la conversación en un tono superficial de saludos forzados y frases hechas. Pero sabe que es engañarse a sí mismo. Fiel a sus principios y a sus amigos, Toni termina preguntándole a Sara por qué, de la noche a la mañana, ha dejado de contestarle a Javi las llamadas. Le parece un feo desplante y no puede evitar reprochárselo.

Se le ocurren cientos de respuestas, pero no la que termina recibiendo. Era imposible anticiparla, dado que le faltan datos. Porque Sara se defiende explicando que Javi le dejó claro, por mensaje, que no quería volver a verla. Es ella quien tiene razones para sentirse ofendida.

Toni se siente confuso. Puede que su amigo no se lo haya contado todo (no tiene por qué), pero desde luego ese mensaje no encaja en la secuencia de acontecimientos. Sara, para demostrar que no miente, saca su móvil y se lo enseña. Ha sido incapaz de borrarlo. 

Al verlo, las piezas comienzan a encajar en la cabeza de Toni. Le llega una revelación. Una que puede cambiar el destino de Javi. Y todo, ironías de la vida, gracias a un encuentro casual.


miércoles, 3 de octubre de 2012

261. Tentación

La conversación entre Álex y Martha podría mantenerse en el plano superficial. A fin de cuentas dentro de una hora los dos cogerán aviones en direcciones opuestas, por lo que no hay motivo para complicar las cosas. Todo puede quedar reducido a una bonita anécdota.

Pero han quemado etapas muy rápidamente. Lo suficiente como para que, a las cinco de la mañana, Álex le confiese a Martha el por qué de tantos viajes. El accidente de Kim, su loco plan para sacarla del coma...

Es una explicación que ha dado ya muchas veces. Pero esta noche, por primera vez, añade un elemento que nunca se ha atrevido a confesar. El sentimiento de culpabilidad que le corroe.

- ¿A qué te refieres? - pregunta Martha
- A que si hubiera ido con ella en el coche nada de esto hubiera pasado - explica Álex, consciente de que lo que dice no tiene sentido. Pero eso no impide que los remordimientos le carcoman

Martha acaricia la cara de Álex, que se deja tocar como un animal herido en busca de consuelo. Los dos se buscan con los labios y comienzan a besarse apasionadamente.

- No tienes por qué coger ese avión - dice ella

Álex la mira con confusión y tristeza, como si no terminara de asimilar las palabras de Martha

- No le debes nada a Kim - continúa la chica con dulzura, midiendo mucho sus palabras para no asustarle - Lo que pasó fue una tragedia, lo sé, pero no tienes por qué seguir castigándote. No cojas ese avión. Coge mi vuelo. Vente conmigo. Vivamos una aventura

Se hace el silencio. El sonido de la indecisión y el sentimiento de que es uno de esos momentos que cambian una historia por completo.

martes, 2 de octubre de 2012

260. Lo que realmente importa

A la gente le gusta apostar en contra. Es una característica intrínseca al ser humano. Ni siquiera tiene que ver con la maldad. Es un mecanismo de defensa. Si creemos que los demás van a caer derrotados, eso nos ayuda a sentirnos mejor con nuestro propio fracaso.

Pocos creían que Álex conseguiría conquistar a Anabel. Le decían que no tenía ninguna oportunidad. Y casi aciertan. Pero al final la chica decidió hacer algo diferente a lo que todos-los-que-afirmaban-conocerla-mejor-que-ella-misma consideraban que era la única opción posible.

Cuando Javi expresó su deseo de ser guionista de cine sus familiares y amigos le dijeron que estaba loco. Los que le apoyaban lo hacían con la boca pequeña, mientras imaginaban mentalmente cuánto tiempo tardaría en darse de bruces. Hoy todos lo niegan, por supuesto. Pensamos en derrota pero nos gusta sentirnos parte del éxito. Lo llaman jugar a caballo ganador.

Mientras estaba en la revista, Toni era un escritor difícil pero talentoso. Una vez que mandó a la mierda a su jefe, se convirtió en un pomposo mediocre sin posibilidad de triunfar. Sus propios ex-compañeros no da un duro por la revista que está intentando sacar adelante. Ya veremos qué pasa.

Al final, cuando intentamos nadar contracorriente y hacer algo distinto, en algún momento todos estamos solos. La idea no me convence, no es el momento oportuno, no te veo haciendo eso... Es más fácil poner pegas que aportar soluciones. Los saltos de fe se cotizan muy caros.

Lo bueno es que si conseguimos sobreponernos a la negatividad de nuestro entorno, como hicieron Álex, Toni y Javi, la primera victoria ya es nuestra. Porque entendemos mejor que nadie que intentarlo es, en sí mismo, un triunfo. Todos adoramos ganar. Pero creer en ti mismo cuando nadie más lo hace es algo muy especial. Para ser sinceros, es lo único que realmente importa.



lunes, 1 de octubre de 2012

259. Descanso

Dos desconocidos se encuentran en la cafetería de un aeropuerto. Resulta que están leyendo el mismo libro, y esa es toda la excusa que necesitan para ponerse a hablar a altas horas de la madrugada. Puede resultar extraño, pero en la vida ocurren sucesos muchos más raros cada día.

Martha lleva el peso de la conversación, hablando mucho sin resultar pesada. A decir verdad, Álex se siente  fascinado por esta mujer, visitadora médica de profesión, pintora vocacional y divertida por naturaleza. De repente el sueño, el hastío, la tristeza...todo desaparece.

Martha se levanta, para ir al cuarto de baño y en ese momento de soledad y cordura es cuando Álex se da cuenta de que, en efecto, lleva un buen rato flirteando con ella. Se siente avergonzado de su comportamiento, como si acabara de cometer un crimen imperdonable.

¿Por qué lo estoy haciendo? piensa, recordándose a sí mismo que ama a Kim. Y entonces, solícitamente, la respuesta acude a su cabeza.

Lo está haciendo porque puede. Por una vez en estas últimas semanas su vida se ha convertido en una comedia ligera y no en una tragedia griega. Y sienta tan bien...

Intenta apartar ese pensamiento castigándose por su comportamiento. Pero por mucho que desee enfadarse consigo mismo, no lo consigue. No del todo. Kim está en coma, Álex se siente solo y vulnerable y hay una mujer encantadora ahí mismo prestándole atención. 

Es injusto y nos puede enfadar. Podemos recriminarle sus acciones, del modo en que él mismo lo hace, porque deseamos otra conclusión para su historia. Pero si realmente queremos a Álex, si deseamos su felicidad, ¿no deberíamos darle la posibilidad, al menos, de darse un respiro durante unas cuantas horas y disfrutar de un poco de inesperada alegría en su vida?