miércoles, 1 de agosto de 2012

198. Una parte de mí

- Aquella noche, cuando volvimos de lo de Anabel, en el coche. ¿Por qué no me besaste?

Álex toma aire. No hace ni cinco minutos que se han sentado en la cafetería, acaban de pedir dos batidos y así, sin más, Kim le suelta esa pregunta bomba. Decide atenerse a la verdad.

- Una parte de mí quería hacerlo
- ¿Pero...?
- No, ya está. No hay más. Una parte de mí quería hacerlo, pero una parte no es el conjunto entero.  Supongo que tenía dudas, un poco de miedo. Necesitaba aclararme la cabeza. Convencerme de que lo que sentía era correcto

La camarera regresa con las bebidas, lo que les concede una pequeña tregua. Cuando vuelve a la barra es como si la campana anunciara el inicio del segundo round.

- Podrías haberte arriesgado - dice Kim
- Sí, pero me hubiera equivocado, ¿no crees? No eres el ligue de una noche. Te mereces convencimiento absoluto. Una persona muy sabia hace poco me dijo que tenía que tratarte como si fueras la mujer de mi vida. No deberías conformarte con menos de eso.
- Estúpido - le recrimina Kim - Estúpido, estúpido, estúpido
- Perdona,  no quería ofenderte
- Y no lo has hecho. Estoy emocionada. Pero me fastidia que sepas qué decir en cada momento. Que seas tan asquerosamente encantador. Sobre todo hoy

Le mira a los ojos e inspira profundamente. Álex adivina las palabras antes incluso de escucharlas.

- No podemos seguir siendo amigos - sentencia Kim


No hay comentarios:

Publicar un comentario