sábado, 18 de agosto de 2012

215. Nuevas experiencias

La experiencia ha resultado ser más agridulce de lo que esperaba.

Javi adora comenzar nuevos trabajos con personas a las que no conoce. Eso le impide caer en la autocomplacencia al tener que empezar de cero y ganarse la confianza de todo el mundo. Le gustan los retos. Además, siempre le resulta agradable conocer gente nueva.

Tenía muchas esperanzas depositadas en esta aventura. Confiaba en poder quitarse a Sara de la cabeza. Lo curioso es que ahora que lleva días sin saber de ella, de nuevo la echa de menos. Pero teme que su silencio significa que la historia entre ellos ha alcanzado un punto de no retorno.

Ha conocido a gente fantástica como Silvia o Lorena, eso es cierto. Pero esta vez se las ha arreglado para estropearlo todo más rápidamente que nunca. Y además ha perdido a Toni por el camino. Quizás algún día se perdone por ello. Pero está lejos de alcanzar ese momento.

Le queda Eli, por supuesto. Su nueva novia, que no ha reaccionado nada bien al hecho de que él tenga una oferta para reescribir otra comedia romántica en la otra punta del país. Y aunque Javi quiere aceptar el trabajo, no está seguro de si lo hará. Quiere hacer feliz a Eli, aunque no está seguro de por qué. Quizás sea su manera de purgar sus pecados por todas las mujeres a las que ha hecho sufrir últimamente.

Ésta tenía que haber sido una experiencia catártica, se dice. Un nuevo comienzo que le convirtiera en mejor persona y le hiciera estar en paz consigo mismo. Pero lejos de eso, se siente más confuso que nunca, hecho un lío. No está feliz con lo que tiene, no está feliz con lo que no tiene. 

Es lo malo de las nuevas experiencias. No admiten cambios ni devoluciones cuando descubres que las cosas no han terminado saliendo como tú esperabas.


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