domingo, 12 de agosto de 2012

209. ¿Amor?

Es la primera sesión de Kim con Samantha, una joven de 25 años que parece una anciana demacrada por culpa de la pena. La terapeuta sabe que su trabajo sólo consiste en escuchar. Pero en días como hoy, en situaciones como ésta, le cuesta mucho contener sus opiniones.

Samantha le habla de su novio Víctor. Le cuenta cómo vino a la ciudad siguiendo a su chico. A decir verdad, él nunca le consultó su decisión de mudarse, pero ella hizo las maletas igualmente.

La escucha hablarle de las dos aventuras que ha tenido su novio. De cómo se gasta casi todo el dinero que gana, a pesar de que pasan dificultades para pagar el alquiler (ella ahora mismo está en paro). La manera en que la minusvalora y la hace sentir que no tiene talento.

Eso es lo que Kim está segura de haber escuchado. Por eso se sorprende tanto cuando su paciente, casi con lágrimas en los ojos, le pregunta:

- ¿Qué puedo hacer para no perderle, doctora?

Por un instante Kim es incapaz de reaccionar. Hasta que entiende que Samantha no comparte su interpretación de los hechos. Para ella, que Víctor la dejara acompañarle a la ciudad es una prueba de amor. Al igual que el hecho de volver con ella a pesar de haber estado con otras chicas.

Si es duro con ella es para motivarla a esforzarse más. Y le agradece en el alma que la mantenga económicamente. En definitiva, Víctor la ama y es Samantha quien no cree estar a la altura.

¿Amor? se pregunta Kim ¿Realmente estamos tan jodidos que podemos ser capaces de creer que algunos comportamientos deleznables son muestras de amor? ¿Hasta qué punto llegamos a vendarnos los ojos cuando hablamos de la persona que queremos y que pensamos, deseamos, necesitamos que nos quiera del mismo modo? ¿Cómo podemos estar tan ciegos a veces?




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