sábado, 11 de agosto de 2012

208. La navaja de Ockham

El teléfono de Javi suena varias veces sin que nadie conteste. Por un momento Sara teme que el chico la esté evitando, que deliberadamente haya decidido no volver a hablar con ella.

Sabe que está en su derecho y lo respetará si es lo que desea. En eso también consiste el amor, en saber cuándo decir basta por mucho que nos duela. Y aún así...

Está a punto de colgar cuando finalmente alguien contesta. Pero no es Javi, sino la voz de una chica, lo que deja descolocada a Sara.

- Perdón, creo que me he equivocado - se disculpa
- ¿Querías hablar con Javi? - dice la agradable voz femenina - Verás, es que está en el plató, preparando una escena...

Sara ríe para sus adentros. En un segundo todos sus miedos desparecen. Ni Javi la ignora ni su novia está atendiendo sus llamadas. Lo único que pasa es que el chico está de rodaje y posiblemente sea su secretaria, o alguien del equipo, la que ha atendido la llamada. 

Se da cuenta de que tiene el vicio de pensar siempre lo peor cuando muchas veces las explicaciones son increíblemente más sencillas. La navaja de Ockham en todo su esplendor.

- ¿Podrías darle un mensaje? - pregunta, con una nota más alegre en su voz - Simplemente dile que Sara le ha llamado y que me gustaría hablar un rato con él cuando tenga algo de tiempo libre
- Descuida, se lo diré

Sara cuelga mientras suspira aliviada. Aunque quizás no debería cantar victoria tan rápido. A kilómetros de distancia, aún con el teléfono de Javi en la mano, Eli borra el rastro de una llamada que, por lo que a ella respecta, jamás se ha producido.



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