viernes, 17 de agosto de 2012

214. Historias inconclusas

- ¿Qué pasó con tu novela? - pregunta Lorena

Hace tiempo que Toni no habla del libro que escribe de manera intermitente, por lo que la chica sospecha que lo ha aparcado. Él termina de confirmar su teoría.

- Ahí está - admite, encogiéndose de hombros - Esperando su momento

"Sé que no es justo, pero a veces los escritores nos aburrimos de lo que estamos contando. Qué demonios, los lectores también lo hacen. Te abandonan por el camino. Te aparcan en una página concreta, jurando que lo retomarán en algún momento. Pero pocas veces cumplen su promesa".

"Los escritores, pese a lo que algunos piensan, no tenemos un compromiso con nadie. Comparto lo que quiero y necesito contar. Y cuando ya no tenga nada que decir, me pararé. Confío en encontrar un punto y final. Pero si la historia queda inconclusa, podré seguir durmiendo por las noches". 

"Damos vida a nuestras fantasías. A veces acertamos y creamos algo realmente bueno. La mayoría de las veces tomamos un camino equivocado y nuestro esfuerzo se convierte en una experiencia fallida. Pero si somos capaces de darle un punto de apoyo a una sola persona, una esquinita desde la que pueda seguir adelante con su propia interpretación de la historia, habremos triunfado".

"A veces escribo con ansia, compulsivamente. Otros días me levanto y comprendo que estoy en blanco. Es bonito soñar una vida. Pero es más bonito vivirla. Las dos opciones son difícilmente compatibles, créeme. El dolor es una gran fuerza creadora. La alegría no tanto".

"Me apasiona escribir, pero si tengo que elegir, mi novela dormirá para siempre el sueño de los justos. Me preocupo por mis personajes, pero no tanto como por ti. Por lo que a mí respecta, eres mi prioridad. El resto sólo son palabras desplegadas sobre un papel".


No hay comentarios:

Publicar un comentario