viernes, 22 de junio de 2012

158. Compañía

Hubo un tiempo en el que Javi creía que era bueno ocultando sus sentimientos. O ha perdido su toque o ha dejado de importarle su habilidad, porque tras la confesión de Jorge apenas vuelve a abrir la boca. Aguanta 20 minutos, después se excusa con Silvia y su novio, y se va de la fiesta.

Al menos esa es su intención, hasta que Eli se cruza en su camino cortándole el paso.

- Ah, no - exclama risueña la actriz - ¡No te me vas a escapar tan fácil!

Javi se fija en la hermosa mujer, tan llena de vida, y siente una punzada de dolor. Se siente agotado, sin fuerzas. Sólo desea regresar al hotel y meter la cabeza debajo de la almohada.

Intenta inventar algunas excusas ("está cansado", "tiene que trabajar"...) pero Eli parece no aceptar un no por respuesta. El guionista resopla, derrotado. No le apetece seguir jugando

- Escucha, Eli. Te agradezco que trates de animarme, pero me temo que esta noche no sería una buena compañía

La chica le mira y algo cambia en su rostro. La sonrisa se agrieta y sus ojos se llenan de una desesperación que hasta ese momento había pasado completamente desapercibida para Javi. 

- No trato de animarte - confiesa algo avergonzada - Soy yo quien te necesita. Yo...lo estoy pasando mal, y pensaba que...pensaba...

No es capaz de acabar la frase. De repente deja de parecer esa mujer segura que siempre controla la situación y toma la apariencia de una niña pequeña con serios problemas y muy necesitada de afecto. La persona que se esconde detrás de la actriz.

Olvidándose por un momento de sus propios problemas, a Javi le invade un fuerte sentimiento de ternura. Abraza a Eli y, guiñándole un ojo, la invita a bailar.


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