lunes, 4 de junio de 2012

140. A contracorriente

- Me caes bien - anuncia Lorena con alegría

Toni la mira, ladea la cabeza y hace un gesto de extrañeza, aunque no abre la boca. Sin embargo la taquillera se queda lo suficientemente extrañada como para demandar una explicación.

- ¿No me crees? - pregunta con suspicacia
- No es eso. Simplemente no estoy acostumbrado a caerle bien a la gente. Me sigue pareciendo algo extraño y digno de estudio
- ¿Qué pasa? ¿Que no crees que puedas caerle bien a la gente?

Toni intenta elegir cuidadosamente sus palabras. Sabe que Lorena no lo está diciendo con esa intención, pero está un poco cansado de psicoanalistas aficionadas de tres al cuarto que intentan reducirlo todo al axioma de que "no se quiere a sí mismo". Lo cual es una gigantesca mentira. Se quiere muchísimo a sí mismo. Es al resto de la población a quien no le tiene tanto cariño.

- A ver cómo lo explico...si el mundo fuera un gran tablero de juego, yo sería un excepcional jugador de Stratego. Sencillamente fabuloso
- Sigo sin entenderlo
- Pues que yo juego al Stratego, pero los demás están echando una partida al Monopoly

Lorena se echa a reír ante la ingeniosa comparación de su nuevo amigo.

- Hago cosas diferentes. No estoy acostumbrado a encajar entre la multitud. Sin embargo, te agradezco tus palabras. De corazón
- Es todo lo que necesitaba oír - dice una satisfecha Lorena, que recompensa la respuesta con un largo y sonoro beso en la mejilla de Toni


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