jueves, 21 de junio de 2012

157. Tan sencillo, tan difícil

- No es tan sencillo - musita una cabizbaja Kim
- Sí que lo es - responde Álex con determinación

Coge la mano de la chica, la mira a los ojos y sonríe. No quiere ni por un momento que piense que está tratando de presionarla o hacer algún tipo de truco mental. Pero tampoco está dispuesto a ver cómo Kim se evapora y deja en su lugar una carcasa vacía que no parece ella, que no habla como ella, que no tiene su ingenio ni su habilidad para ver el mundo con los ojos realmente abiertos.

- Es tan sencillo como que te preguntes qué es lo que realmente deseas - continúa Álex, que de repente suelta una pequeña carcajada - ¡No me refiero a ahora mismo, claro está!

"Estás pensando en que no quieres hacerme daño. Y también piensas en Carlos. Señal de que lo estás enfocando todo mal. Porque la única persona en la que deberías centrarte es en ti misma".

"No puedes fiar tu felicidad a elementos externos ni a terceras personas. No puedes depender de lo que los demás queramos, ni del daño que puedas hacernos con una decisión que no está pensada para causar dolor a otros, sino alegría personal".

"No controlamos lo que sucede a nuestro alrededor, pero sí cómo reaccionamos a cuanto nos ocurre. Así que sólo tienes que centrarte en tomar tus decisiones y dejar que el resto hagamos lo mismo. No todo saldrá siempre como quieres, por supuesto. Pero al menos sabrás que siempre hiciste lo que te pareció correcto en cada momento, y eso es lo que importa. Así de sencillo"

Kim agacha la cabeza y sonríe. Cuando habla, lo hace aún entre susurros.

- Tan sencillo y tan difícil a la vez - trata de animarse con una nota de humor - ¿Estás segura de que no has estudiado psicología? Porque ahora mismo pareces el doctor y yo la paciente


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