sábado, 16 de junio de 2012

152. Un corazón enamorado

En la fiesta, Javi está sentado con Silvia y Jorge, intercambiando anécdotas en un ambiente distendido, como si nada hubiera ocurrido. Entonces Silvia se levanta para ir al cuarto de baño.

- Tu novia es una mujer extraordinaria - dice Javi, de corazón, cuando se quedan solos
- Lo sé. Quiero creer que es el motivo por el que te acostabas con ella

El rostro de Javi cambia al instante. Preso de un sentimiento de culpabilidad y sorpresa, no atina a decir nada. Se limita a quedarse con la boca abierta y una expresión de pánico en sus ojos.

- Yo...yo... ¿desde cuándo lo sabes? - termina preguntando titubeante
- ¿La confirmación? Acabas de dármela. Pero no te sientas mal, en el fondo lo sé casi desde el principio. Nadie conoce a Silvia como yo.

Miles de pensamientos pasan por la mente del guionista. Quiere explicarse, pero sabe que lo que ha hecho no tiene excusa. Y aunque se disculparía de buen gusto entiende que, lejos de arreglar nada, las palabras pueden sonar crueles.

- ¿Y ella sabe que...?
- No. Y no vas a contárselo, ¿me oyes? Tienes que prometérmelo

Javi no termina de entenderlo del todo. Comienza una frase, pero Jorge le detiene.

- Quiero a Silvia y no voy a permitir que esto la torture. Lo tuyo acabó y lo mío es para siempre. Entiendo que te sorprenda que pueda perdonarla tan fácilmente. Pero un corazón enamorado es capaz de cualquier cosa por conservar a la persona a la que ama

Javi quiere decir algo, aunque no sabe qué. En ese momento Silvia regresa, Jorge vuelve a fingir la mejor de sus sonrisas y la oportunidad de profundizar en el asunto se pierde para siempre.




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