sábado, 9 de junio de 2012

145. Tiempo soberano

Soy la fuerza más poderosa que existe. Soy el tiempo.

Actúo sin estridencias. Siempre con calma, con paciencia. El espectador en la sombra de la película del mundo.

Soy la respuesta racional en un mundo acostumbrado a moverse por impulsos. No doy ni quito arbitrariamente. Simplemente logro que las cosas caigan por su propio peso.

Soy ese susurro invisible que dice "espera" cuando crees que todo tiene que ser ya, como si no hubiera mañana.

Soy quien sonríe cuando terminas por darte cuenta de que estás enamorado de quien menos esperabas, aunque yo ya lo sabía. Pero no podía decírtelo. No entonces, no antes de que fuera el momento. Porque el momento lo marcas tú, aunque creas no saber cómo.

Soy quien te quita de la cabeza los pensamientos de aquel amante cuya ruptura creíste que jamás podrías superar. Y sin embargo, lo consigues. Porque conmigo todo adquiere perspectiva y sentido.

Soy el soberano de esta historia, en este momento concreto, en el que los días pasan sin que nada especial parezca suceder en las vidas de Álex, Javi y Toni.

Pero sucedo yo. Porque jamás me tomo un descanso, aunque los demás puedan percibirlo así. A veces las acciones necesitan calma para poder desarrollarse. Germinar, marchitarse, afianzarse en el pensamiento o desestimarse.

Y cuando tú te des cuenta, yo ya lo habré sabido desde siempre. Porque soy la fuerza motora que rige tu vida. El ser supremo, el conocimiento con mayúsculas. Y te envidio, aunque quizás no puedas o no quieras entenderlo.

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