lunes, 26 de marzo de 2012

70. Muros

- Cuéntame algo de ti que no sepa

Kim se atraganta ligeramente al oír esto, lo que provoca una pequeña carcajada de Álex. Están desayunando, aún en el motel, y de nuevo la ha cogido a contrapié. Una situación incómoda para alguien que está acostumbrada a llevar la voz cantante.

- Muerdo las bolsas de la compra - dice recurriendo a lo primero que se le pasa por la cabeza
- Algo íntimo - se queja Álex - ¿Tienes novio?
- ¿Estás intentando ligar conmigo?
- Nunca se sabe

Los dos se echan a reír. Kim suspira, entendiendo que se trata de un momento más importante de lo que podría parecer a primera vista. A pesar de todas las reglas que ha infringido en los últimos días, sigue siendo su terapeuta. Entre los dos debería existir un muro que ponga cierta distancia.

Y tan pronto como hace el análisis en su cabeza, coge su martillo invisible y lo echa abajo

- Salía con alguien - confiesa - Era un príncipe, hasta que lo besé y se convirtió en un sapo. Uno viscoso y repugante

Álex sonríe, y agradece la confesión con un leve movimiento de cabeza. Kim le mira muy seria

- Sabes que después de esto ya no podré seguir siendo tu psicóloga, ¿verdad?
- Lo intuía, sí
- Mierda - exclama - Si sigo perdiendo clientela a este ritmo, no voy a ser capaz de llegar a fin de mes. Tú pagas el desayuno. Y el almuerzo. Si nuestra relación va a ser sólo personal, será mejor que entiendas que soy una amiga con gustos caros.

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