miércoles, 21 de marzo de 2012

65. Un poco de fe y mucho talento

Es sábado mediodía y Javi ha vuelto a la vida real. Lejos de Saras, Elis y sentimientos que no puede controlar. De vuelta a su terreno, las películas en las que se puede reescribir la trama hasta que todo adquiere sentido.

Está en la oficina, donde no espera encontrarse a nadie. Por eso le sorprende tanto ver entrar a Silvia, que parece ligeramente histérica. O tal vez sólo triste.

- No puedo más - le confiesa - Necesito saber qué estoy haciendo mal
- ¿A qué te refieres?
- A todo. La manera en la que echas abajo mi trabajo. Y lo peor es que el equipo entero te adora. ¡Hasta mi novio te adora! Lleva toda la mañana hablando de ti, y yo...yo...

De repente Silvia se echa a llorar, lo que coge por sorpresa a un preocupado Javi.

- Tú ganas - dice la chica entre sollozos - Tenías razón en todo. En que te odiaría, y en que soy una princesa derrocada...y en lo de que no sirvo para nada.
- Yo nunca he dicho eso - se defiende Javi - Es más, creo que tienes mucho talento
- ¿En serio?

A Silvia no le importa que sea mentira, palabras agradables sin alma. Aún así necesita escucharlas. Pero lo cierto es que Javi lo dice de corazón. Y consigue transmitírselo con una caricia

- Silvia, creo que tienes muchísimo talento. Y tu guión me encanta. Los cambios...no se trata de lo que yo piense, sino de lo que el estudio quiere. Pero sinceramente...

No acaba la frase. Silvia le interrumpe con un largo beso. Uno que debería rechazar con suavidad. Pero, en vez de eso, lo que hace Javi es devolvérselo apasionadamente.

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