jueves, 15 de marzo de 2012

59. Razonamientos infantiles

- Esto no te va a gustar

Ha ensayado mentalmente el discurso una y mil veces. Buscando las palabras exactas que puedan dar un resultado distinto al que ya se imagina. Porque a pesar de lo que le dicta la lógica, quiere creer que tiene una oportunidad de enamorar a Elsa. Si deseas algo con mucha fuerza, a veces termina por hacerse realidad.

Sólo que las cosas no funcionan así.

Toni lanza la advertencia en la cafetería. Y antes de que diga una palabra más, hoy es Elsa quien comprende que es su turno de que le rompan el corazón.

¿Hay algún modo de evitar los momentos que queremos evitar? Por un momento piensa en levantar la mano, acercarla con dulzura a la boca de Toni y pedirle por favor que contenga sus palabras. Si no se dice, puede jugar a fingir que no sucede.

Sólo que las cosas tampoco funcionan así.

En cierto modo ya lo sabía, siempre lo ha sabido. Pero se guiaba por ese razonamiento infantil de que cuando cierras los ojos las cosas malas desaparecen. Ahora sus ojos están abiertos. Y ni siquiera puede decir que sea algo malo. Simplemente equivocado. Inoportuno. Doloroso.

Por un momento Elsa envidia a los niños. Su sencillo código de conducta, siempre moviéndose en busca de la felicidad, sin comprender el significado de la frase "es complicado".  Dos palabras que hemos inventado los adultos cuando nos negamos a luchar por aquello que realmente queremos.

Pero ella ya no es una niña. No puede taparse los oídos ni salir corriendo. Sólo le queda tragar saliva y seguir el guión que el destino, con tierna crueldad, ha preparado para ellos.

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