martes, 29 de mayo de 2012

134. Entre líneas

- Hola - saluda tímidamente Álex
- ¡Hola! Qué sorpresa... cuánto tiempo. La verdad es que no estaba segura de si volvería a verte
- ¿Por qué dices eso? Sólo...sólo estaba tomándome un respiro. Ya sabes, para..
- Claro

Kim abre la puerta del despacho. Tarda un rato en darse cuenta de que el chico aún no ha cruzado el umbral. Que está esperando su aprobación para hacerlo. Le hace un gesto para que entre.

- Pasé ayer por aquí, pero la consulta estaba cerrada
- ¿Ayer? Oh, es cierto, ayer no vine porque...
- Día libre con tu novio. Lo sé, tu vecina me lo dijo
- Bueno,en realidad lo que pasó es que...
- Me alegro por ti

Se sienta en el sofá donde habitualmente hablaba durante las sesiones. Al caer en la cuenta se levanta como un resorte y se dirige a la ventana.

- Álex...perdona que te lo pregunte, pero... ¿ocurre algo? Quiero decir... tú...
- Oh, no, no. Sólo pasaba por aquí y pensé en decir hola. Ya me voy. Pero podemos quedar un día para tomar algo...si tú quieres, claro
- Sí, sí. Por supuesto

Álex le da dos besos en la mejilla y se marcha. Ya a solas, Kim se deja caer sobre su silla.

Lo que acaba de pasar entre ellos no se corresponde con el diálogo mantenido. Como si cada palabra contuviera un mensaje secreto que arde en deseos y temor a la vez de ser descubierto.



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