miércoles, 16 de mayo de 2012

121. Punto y seguido

Es casi de noche cuando salen de la casa de la playa y se despiden. Todavía les queda mucho por hacer. Javi y Toni tienen un vuelo que coger a primera hora de la mañana. Y Álex no ve el momento de presentarse en el despacho de Kim y dejar que la vida decida qué pasa luego.

La incertidumbre sigue, por supuesto. Pero por primera vez en mucho tiempo no se muestran temerosos ante el porvenir, convencidos de que van a disfrutar el viaje.

Álex y Toni se abrazan con fuerza.

- Me alegra tener de vuelta a mi amigo - dice Toni
- Gracias por esperarme. Cuídate, ¿quieres?

Ahora es el turno de Javi, que se funde en otro interminable abrazo con Álex. Los dos sonríen con el corazón, que es el tipo de sonrisa más genuina que podemos tener la suerte de disfrutar.

- Haz que esa película merezca la pena
- Espero que Kim y tú vengáis a verla al estreno

Javi le guiña un ojo y se dirige a su coche. Por un momento los tres se miran, en silencio. A veces se les olvida lo afortunados que son de tenerse los unos a los otros. De estar ahí para lo bueno y para lo malo. Para reír, para llorar. Sin preguntas, sin exigencias. Allí donde otros se perdieron por el camino ellos han conseguido mantenerse en pie.

- Vamos - dice Toni - No hagamos un drama de esto, en siete días tenemos una cita en nuestra cafetería habitual

Entran en sus coches. Mañana comienza un nuevo capítulo en sus vidas. Pero hoy están en paz consigo mismo. No podrían aspirar a más.



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