jueves, 3 de mayo de 2012

108. Canciones universales

- Silvia me mandaba canciones - confiesa Javi en una nueva noche de confidencias.

Les explica toda la historia. El breve pero intenso juego que se desarrolló entre ellos, en el que el chico pensó que la música ejercía de Cyrano para transmitir todos aquellos sentimientos que ninguno de los dos era capaz de expresar con palabras. Un error que ahora comprende.

- Lo peor del caso es que, por un segundo, creí que todas las canciones hablaban de mí. Que yo era el centro del universo y que el mundo entero me ofrecía pleitesía. Obviamente eso es absurdo. Pero ya me he dado cuenta de dónde está el error. El fallo consiste en creer que nuestras vidas son únicas y diferentes, cuando no es así.

"Las canciones hablan de ti, de mí, de todos nosotros, porque en los grandes asuntos somos todos iguales. Da lo mismo de dónde vengamos o los aires de importancia que queramos darnos. Al final todos vivimos, amamos, lloramos y morimos. Ese es el orden natural de las cosas"

"Ni el amor ni la felicidad verdadera se compran. Y el miedo, los celos, el dolor, la confusión... no entienden de estratos sociales. Ellos sí son democráticos, dándonos a todos una cura de humildad. Enseñándonos cual es nuestro lugar en el esquema del universo"

"Esos sentimientos son nuestro lenguaje, nuestro código. Y creo que lo convertimos en canciones, películas, historias... no porque queramos ser originales, sino precisamente por todo lo contrario. Para que si hay un alma solitaria y desgraciada ahí fuera, sintiéndose desamparada, que sepa que no está sola"

"Para que entienda que todos hemos estado en ese lugar. Que volveremos a estar. Porque somos seres humanos, esa es nuestra grandeza y nuestra tragedia"


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