domingo, 22 de abril de 2012

97. La noche anterior: Lorena

De camino al aeropuerto Javi hace una parada en el pequeño cine donde Lorena, como casi cada noche, se aburre sin clientes en la taquilla.

Al verla se siente milagrosamente reconfortado, y por un instante deja de mantener el peso del mundo sobre sus hombros. Sin embargo ella no parece igual de feliz. Permanece recelosa, como un púgil que se protege ante los posibles golpes que le puedan llegar por sorpresa.

- ¿La has dejado? - es lo primero que pregunta
- Más que eso. He dejado la película. Me voy a casa

Sinceramente estaba convencido de que la noticia le alegraría, pero la reacción de Lorena le hace comprender que se ha equivocado por completo. La taquillera maldice y vuelve a maldecir y le pega una patada a la máquina de las palomitas.

- Joder - exclama - Eso no es resolver el problema. Es salir corriendo para no tener que afrontarlo
- No lo entiendo - exclama un perplejo Javi - Creí que te pondrías contenta
- Tienes razón. No lo entiendes. Y vete, que vas a perder tu avión

No hay besos de despedida, ni siquiera un "buen viaje". Lorena se sienta de nuevo en la silla y Javi se marcha, enfadado con su amiga, convencido de que no tiene motivos para ponerse así.

Pero sí los tiene. Al menos desde su punto de vista, poniéndose en su  piel. Lorena sabe lo que sabe, piensa lo que piensa, siente lo que siente. Y ahora mismo está enfadada con un chico tan estúpido que no entiende nada de lo que ocurre.

Hay motivos, pero ahora mismo no importan. Los sentimientos imponen su jerarquía y le dicen a Lorena que hoy, por desgracia, ya no hay tantos motivos para considerar que Javi sea guay.


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