lunes, 9 de abril de 2012

84. Confidencias

En la cafetería (hoy en horario de tarde) Toni está deseoso de contarle a Elsa lo sucedido en la entrevista de trabajo. Parece un niño pequeño que acaba de hacer una travesura de la que se siente especialmente orgulloso, lo que contrasta con la seriedad que se refleja en el rostro de ella.

- No vas a creerte lo que ha pasado esta mañana - comienza
- Anoche me acosté con un tío - le interrumpe Elsa

Se hace el silencio. Toni busca las palabras. Pero, si las encuentra, lo cierto es que no le salen.

- No le conoces - dice Elsa, como si el dato fuera revelante

Pero lo cierto es que no. A estas alturas de la película resulta igual de doloroso ser reemplazado por alguien cercano que por un simple extraño. Y Toni empieza a entender que sí que sabe qué decir. Sólo que sería mejor no decirlo.

- Me acosté con un tío - repite Elsa - Y te lo cuento no para hacerte daño, sino porque realmente necesito contárselo a alguien. Hablar de ello. Necesito un amigo al que poder hacerle confesiones sin estar todo el rato preguntándome qué debo decirle y qué debo callarme.

Ahora es Toni quien detiene el discurso con semblante serio.

- No quiero que me lo cuentes - dictamina
- Tú y yo nunca vamos a tener nada. Lo siento

No es un ataque, aunque lo parezca. Es simplemente un hecho, y quiere dejarlo claro. Toni agacha la cabeza unos segundos, traga saliva y responde

- Aún así, sigo sin querer saberlo

La tristeza y la desilusión hacen horas extras a ambos lados de la mesa.



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