lunes, 16 de abril de 2012

91. Renuncias

- Siento que quieras abandonarnos - exclama Roberto, el productor

Javi agacha la cabeza, avergonzando. Él también lo siente. Porque jamás ha dejado un trabajo a medias. Porque sabe que esta renuncia le dificultará las cosas a la hora de encontrar un nuevo trabajo y, más importante aún, conseguir sacar adelante "Milagros tristes".

Pero, por encima de todo, porque aunque nunca lo diga en voz alta, cree que la comedia romántica que está reescribiendo puede convertirse en una buena película, una de la que sentirse orgulloso.

Es una pena que su vida personal se haya interpuesto arruinándolo todo.

- Estoy muy contento aquí, de verdad - se disculpa Javi aunque sin faltar a la verdad - Es un tema personal. Lo siento mucho. Tengo la cabeza en otro sitio, y si me quedara no sería de utilidad.

Roberto es un buen tío. Un buen tío para ser un productor, claro está. Pero se ha portado bien con él, y por eso le duele tanto dejarle en la estacada.

- Hagamos una cosa - dice su interlocutor, tras pensarlo durante unos segundos - Tómate una semana libre. Aclara las ideas. Resuelve lo que sea que te tiene tan preocupado. Y entonces, y sólo entonces, toma una decisión.
- No creo que cambie nada - confiesa Javi
- Tú hazme el gusto, ¿quieres?

Javi le da la mano, agradecido por el hecho de que se lo estén poniendo fácil, evitándole el mal trago. Sale del despacho mucho más aliviado de lo que entró. Pero la sensación sólo dura unos segundos. En el pasillo se encuentra con Silvia, que parece verdaderamente enfadada.

- ¿Qué es eso de que te vas? - le suelta en un tono acusador.

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