sábado, 14 de abril de 2012

89. La pregunta

Álex entra en la tienda (un pequeño negocio de fotografía) con el corazón en un puño y latiéndole a doscientas pulsaciones. Es la hora de la verdad y está sumamente nervioso.

Se maravilla al pensar cómo se puede sufrir tanto por algo que ya ha ocurrido y que bajo ninguna circunstancia se puede cambiar. Tanto si Anabel le fue infiel como si no, el mundo no dejó de girar por ello. Él continuó sonriendo. Y los besos de su chica siguieron sabiéndole a miel y victoria.

En realidad. la pregunta que le atormenta es si una confirmación de sus peores temores puede hacer que todos sus recuerdos se derrumben como un castillo de naipes. Teme arruinar para siempre la imagen que tiene de Anabel, como un mal final que estropea una película perfecta. .

Quiere saber y a la vez no quiere hacerlo. La verdad, como siempre, es una fuerza poderosa y destructiva.

Kim ha preferido esperarle fuera. Dice que ese último paso le toca darlo solo. Y aunque Álex protesta tímidamente, en el fondo sabe que no sólo es lo correcto, sino que también lo prefiere. Pase lo que pase, debe encajarlo por sí mismo. Después ya vendrá el apoyo.

Se acerca a Marcos y se presenta. El chico le mira con pena y le dice cuánto siente que Anabel está muerta. Sus palabras suenan sinceras, y Álex las agradece. Pero no es el motivo de su visita. Ha viajado hasta esa tienda con una pregunta en mente y, de manera calmada pero firme, la formula en voz alta.

- ¿Anabel tenía una aventura contigo?

Contiene la respiración mientras Marcos le ofrece asiento, dispuesto a concederle su deseo. A contarle toda la historia y responder a su pregunta.

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