martes, 21 de febrero de 2012

36. Finales perfectos

Tomándose un descanso del dramatismo que a ratos inunda sus vidas, Álex y Toni comparten una cerveza en casa del primero, enfrascados en una de esas discusiones literario-cinematográficas que, a lo largo de los años, ya se han convertido en todo un clásico.

El tema de hoy es la película "Más extraño que la ficción". La historia de un hombre que descubre que en realidad es un personaje de una novela cuya escritora, por cierto, duda si matarlo (y crear una obra maestra) o dejarlo vivo (y hacer simplemente un buen libro).

- ¿Tú que hubieras hecho? - pregunta Alex - ¿Habrías matado a Will Ferrell?
- Siempre soy partidario de matar a Will Ferrell
- En serio
- Matarlo era la única opción lógica. El final perfecto.

Ni siquiera se para unos segundos a pensarlo. Bebe un trago y se reafirma en la idea.

- Míralo desde este punto de vista. Salvarle la vida no le ofrece un final feliz. Sólo le compra tiempo. A lo mejor el personaje la jodía la semana siguiente. O Maggie Gyllenhall le ponía los cuernos. O yo que sé. Pero una obra maestra...una obra maestra es eterna.
- Así que tú lo hubieras matado
- ¿Yo? No, yo habría hecho lo mismo que Emma Thompson. Dejarle vivo
- ¿Pero no acabas de decir que eliminarlo era el final perfecto? - contesta Alex sorprendido.
- Sí, pero a mí me gustan las cosas imperfectas. Siempre espero lo inesperado. Y a pesar de lo previsibles y superficiales que son las personas, aún creo en las sorpresas. ¿Sabes? Un final perfecto no siempre es un final feliz. Y a mí me van más los finales felices.

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