miércoles, 15 de febrero de 2012

30. Un poco de comedia extraña

Cuando Javi llega al despacho, sin afeitar, cansado y con cara de sueño, Silvia ya está allí, impaciente. Hace un amago de abrir la boca, pero Javi se adelanta.

- Sí, he hecho más cambios. No, hoy no me apetece hablar de ellos.

Está agotado. Tiene ojeras. Se siente viejo para seguir pegándose estos viajes relámpagos. Esta mañana le ha costado un mundo levantarse de la cama. Y ahora sólo piensa en volver a ella.

Pero todo su cansancio parece desaparecer, como por arte de magia, cuando Eli, perfectamente maquillada y absolutamente fantástica, toca en la puerta.

- ¿Se puede? Soy Eli. Acabo de incorporarme a la película
- ¿Para qué papel? - salta como un resorte Silvia
- Lo sé - replica un mágicamente revitalizado Javi
- ¿Cómo lo sabes?
- ¿Qué papel?
- Viajamos en el mismo avión. En la misma fila. Asientos contiguos, si te soy sincero
- ¿En serio?
- Oh, gracias a los dos por ignorarme
- No te preocupes, yo tampoco me recordaría
- Bueno, prometo no olvidarte de ti a partir de ahora

Javi y Eli se sonríen mientras se sostienen la mirada. Silvia se pone en pie y se marcha, sintiéndose confusa e invisible. No está segura de lo que acaba de suceder ahí dentro. Pero sea lo que sea, confía en que los cambios que Javi está haciendo en la película no vayan por ese camino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario