sábado, 1 de septiembre de 2012

229. Impasse

Hacen todo el trayecto en silencio. Viajan juntos en el avión pero apenas cruzan una docena de palabras. No es tanto que sigan enfadados el uno como el otro (eso ahora ha quedado relegado a un segundo plano) sino que no saben qué decir. Todo suena falso y gratuito.

Llegan al hospital por la noche. Encuentran a Álex y se funden con él en un largo abrazo. Siguen sin hablar. Hay momentos en la vida en los que uno sólo puede recurrir a los tópicos. Pero aunque sean necesarios, lo cierto es que no suelen ofrecer un consuelo real. Así que pasan de puntillas por el "cuánto lo siento". No sirvió de nada en el caso de Anabel y tampoco lo hará ahora.

- ¿Qué ha pasado? - pregunta Toni
- Sufrió un accidente de coche - Álex trata de aparentar entereza, pero se nota que está en estado de shock - Un coche se saltó un semáforo o...no estoy seguro. Creo que me lo contaron, pero no estaba prestando atención. La verdad es que eso me da lo mismo
- ¿Y Kim...? - pregunta Javi, sintiendo miedo ante la posible respuesta. A que haya habido novedades desagradables en estas últimas horas, mientras viajaban
- Está en coma - explica Álex - No creen que despierte nunca

Toni y Javi quieren lanzar un mensaje de ánimo, pero saben que eso tampoco servirá de ayuda. Y menos con Álex, el hombre que mejor sabe que los milagros no existen y que la muerte es más cruda, cruel y absurda de lo que se muestra en las pantallas de cine.

- ¿Y ahora qué? - dice finalmente Toni
- Ahora esperamos - responde Álex, consciente de que están en un impasse. Uno que puede que nunce acabe, que dure eternamente. Al igual que su tristeza.


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