martes, 18 de septiembre de 2012

246. Take this waltz

Toni y Javi quedan en casa del segundo para ver, por tercera vez, "Take this waltz". Una pequeña y desconocida película dirigida por Sarah Polley, la musa de Isabel Coixet, y que ellos consideran una auténtica obra maestra. Jamás han visto un retrato tan certero de las relaciones de parejas.

En la película Michelle Williams es una mujer felizmente casada con Seth Rogen, un tipo quizás demasiado simplón pero buena gente. Hasta que se cruza en su camino el tercero en discordia, un vecino sexy, misterioso, la novedad. Y de repente Michelle se siente tentada hacia la infidelidad.

Hasta ese punto la película, aunque hecha con exquisito gusto, no deja de ser bastante convencional. Pero lo verdaderamente interesante es que la película no se detiene en la resolución de este triángulo amoroso, sino que explora las consecuencias de la decisión de la protagonista.

Todo lo que hacemos en la vida tiene repercusiones. A quienes amamos, a quienes abandonamos. Somos libres de tomar nuestras propias decisiones. Incluso de arrepentirnos si las cosas salen mal. Pero los relojes no caminan hacia atrás y hay senderos que no se pueden desandar.

Hay un momento en la película en la que Michelle Williams, pasado el tiempo, trata de explicarle todo lo ocurrido a Seth Rogen. Pero éste la interrumpe y le dice "no me interesó en su momento y no me interesa ahora". Así es la vida. A veces negamos explicaciones que otros necesitan. A veces queremos explicarnos ante gente que no desea oírnos. El carrusel del infortunio y el amor. 

Corremos el riesgo de quedar insatisfechos. Lo que ayer era música quizás mañana sea ruido. Lo que nos hacía reír tarde o temprano dejará de hacernos gracia. Lo nuevo se hará viejo. Pero así es la vida. No podemos decir que nadie nos avisó cuando optamos por coger la autopista a ninguna parte en vez del viejo camino lleno de baches que desemboca en el final del arcoiris.


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