jueves, 19 de enero de 2012

3. Lo que dijo John Lennon

A punto de embarcar en el avión, revisó en su blackberry la cuenta de facebook por última vez. No su cuenta, por supuesto. El muro de ella.

Quería saber qué escribía, a quién. Qué le decían otros. Si se la notaba feliz o triste, aliviada o melancólica. Como si un reguero de frases dispersas en una pantalla pudieran servir para penetrar en el alma de alguien.

"Lo peor de todo es que si alguien debería entender esa verdad soy yo", pensó. Porque Javi era guionista de cine. Se ganaba la vida inventando vidas. Más aún, desde pequeño había adquirido la rara (y dudosa) habilidad de convertir su propia existencia en un espectáculo en el que nunca sabías cuánto había de verdad en lo que parecía estar sintiendo. Había creado un personaje de sí mismo, adicto a los faroles, como en los juegos de póker, siempre 95% de verdad y un 5% oculto. Pero el 5% vital para sentirse a salvo. Su coraza de seguridad.

Envolvió la blackberry con la palma de su mano. Suspiró y, compulsivamente, volvió a clavar sus ojos en la pantalla. Había refrescado la página 17 veces en la última hora.

"¿Por qué hacemos eso?", se preguntó. "¿Por qué nos interesa tanto saber cosas de la vida de alguien que ya no está en nuestra vida?". A fin de cuentas, ¿en qué podía ayudarle aquello? Recordó la frase de John Lennon: "la vida es lo que te ocurre mientras haces otro planes". Y por supuesto, nada de aquello estaba planeado. Y mucho menos el final, caótico, triste, sucio.

Pensó en cómo se había estropeado todo, repasó mentalmente los acontecimientos intentando descubrir de qué modo podría haberlo impedirlo. Pero, incapaz de dar con una respuesta, se conformó con volver a revisar, una última vez, la pantalla de su móvil



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