martes, 17 de enero de 2012

1. Y en la radio sonaba R.E.M

"That's me in the corner, that's me in the spotlight, losing my religion..."

Alex se paró a medio camino de regreso a su escritorio, y se concentró en la canción. Su favorita durante muchos años. Al menos hasta que su hermano se aficionó también a ella y comenzó a escucharla a todas horas durante semanas. Entonces dejó de parecerle tan especial. Pero era incapaz de decir si había sido debido a la sobreexposición a la melodía o por el hecho de haberse visto forzado a compartir aquella, su canción, con otra persona tan cercana a él.

En cualquier caso, lo que le había hecho detenerse no era aquel recuerdo, sino la letra de la canción. Sonrió para sus adentros. Por algún extraño motivo, todo lo que sonaba en la radio en los últimos días parecía hablarle directamente a él, como si fuera un mensaje directo lanzado a través de las ondas. "Sabemos cómo te sientes, sabemos que eres incapaz de expresarlo y por eso lo hacemos nosotros por ti"

Por supuesto, sabía que aquel pensamiento era absurdo. Que a veces uno ve sólo lo que quiere ver, y que en determinadas ocasiones creemos que el mundo gira a nuestro alrededor, cuando no es verdad. Pero no le importaba. Le reconfortaba sentirse consolado por la música. Le ayudaba a sobrellevar la tristeza de su situación, tan patéticamente cotidiana y común como estremecedoramente dolorosa para él.

Porque "Losing my religion", en contra de lo que mucha gente cree, no trata sobre la religión, sino sobre el amor y la obsesión. Dos conceptos que parecían haberse grabado a fuego en su piel.

Hacía doce días que había perdido a Anabel. Los doce días más largos en sus tres décadas de existencia.

1 comentario:

  1. Por supuesto que todo gira a nuestro alrededor...
    ¿Acaso podría ser de otra manera, estando 24 h al día encerrados con nosotros mismos?

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