lunes, 15 de octubre de 2012

273. Resolución

Kim abre los ojos, desorientada, sin saber muy bien dónde se encuentra. Lo primero que ve es a Álex, a su lado, sonriéndola con dulzura mientras sostiene su mano.

- Buenos días, bella durmiente - saluda

La chica también esboza una sonrisa, se incorpora con algo de esfuerzo y besa a su novio hasta quedarse sin aliento. 

- Siento haberte dado este susto - se disculpa Kim - ¿Cómo podré compensarte?
- Bueno, puedes casarte conmigo

Álex saca un anillo de su bolsillo. Kim apenas lo mira. No necesita fijarse en él, sino en la persona que lo sostiene. El hombre con el que va a tener la suerte de pasar el resto de su vida. Sus ojos indican que, por supuesto, acepta. Pero para que no haya dudas, agita la cabeza arriba y abajo mientras no deja de repetir "¡sí!" una y otra vez.

La historia tiene un final feliz. Ha sido un largo camino, pero Álex siente que por fin todo ha terminado como debía hacerlo. Que a partir de ahora todo va a ir bien.

- ¿Álex? ¿Álex?

La voz pertenece a un médico, pero no consigue terminar de ubicarlo. En la habitación sólo están Kim y él. Al menos eso es lo que suponía, porque de repente aparecen más siluetas. El doctor, Toni, Javi... Mira hacia Kim. Pero su novia vuelve a tener los ojos cerrados. Demasiado inmóvil.

- ¿Me ha escuchado, Álex? - continúa hablando el médico - El estado de Kim ha empeorado. La situación es irreversible. Es imposible que vuelva a despertar jamás. ¿Lo entiende? Lo siento mucho. Se ha ido. Se ha ido para siempre



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