domingo, 6 de enero de 2013

Interacción

El bar de Mike no tarda en contar con sus primeros clientes habituales. Pero él ni siquiera se percata. Tiene que ser Tina la que se lo comente. Fiel a sus principios, realmente no presta atención a la gente que entra en su local. Sólo son personas que cambian billetes por bebidas.

Para compensarlo, Tina retiene en su mente todos los nombres. No sólo los de aquellos que regresan noche tan noche, sino también el de los que sólo pisan el bar en una o dos ocasiones. Mike es consciente de que gran parte del éxito de su negocio se lo debe a ella. Su belleza y su simpatía se han convertido en el mejor reclamo posible.

La chica no pierde ocasión de intentar que su jefe interactúe con la clientela. Hace grandes esfuerzos por arrastrarle hasta alguna mesa cada noche, pero su tesón nunca tiene recompensa. Mike siempre dice, entre risas, que sería como romper el orden natural de las cosas.

A pesar de las constantes negativas, Tina nunca se rinde. Y así es como esta noche la chica vuelve a entrar, un día más, en el despacho de su jefe con determinación.

- Vamos, sal - dice - Tienes que conocer a este chico, en serio
- Siempre dices lo mismo
- Lo sé. Pero esta vez es diferente. No te arrepentirás
- Eso también lo dices siempre
- Tiene una gran historia que deberías escuchar

Quizás sea por el reclamo de la historia. O porque desea hacer feliz a la camarera. O para quitársela de encima. Pero, por primera vez, Mike se da por vencido y acompaña a Tina. Así es como conoce a Toni. Así es como empieza a forjarse "La compañía de la tristeza"


Continuará en "La compañía de la tristeza", abril de 2013



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