martes, 8 de enero de 2013

Aurora boreal

Eva es una persona racional. Demasiado racional. Tiene sueños, como todo el mundo, y a veces deja que su imaginación se dispare. Pero su alma es vieja y eso hace que mantenga siempre los pies en la tierra. Algunos lo verían como una bendición. Ella no.

No se engaña sobre su relación con Toni. Sabe que le quiere más de lo que él jamás será capaz de amarla, por mucho que se esfuerce. Y lo está intentando, vaya que sí. Es algo que Eva sabe y que sólo refuerza sus sentimientos hacia él. Pero el chico tiene un amplio bagaje emocional a sus espaldas. Hay demasiadas puertas abiertas como para poder cerrarlas todas.

Su historia no tiene futuro, así que se concentra en el presente. En el aquí y ahora. Día a día. Paso a paso. Un sentimiento que Toni conoce a la perfección, la historia de su vida. No se hacen promesas que no están seguros de poder cumplir. Y Eva se siente bien con ello.

Pero esta noche, mientras miran al cielo desde la ventana, abrazados, siente que necesita dar un respiro a su analítico cerebro. Necesita que le mientan. Y que la mentira resulte convincente.

- He estado en muchos lugares del mundo - dice - Pero jamás he visto la aurora boreal

Mira a Toni con lágrimas en los ojos. Para no asustarle, intenta sonreír. Pero eso sólo consigue que la visión sea aún más desgarradora.

- ¿Me llevarás a verla algún día? - pregunta, casi en tono de súplica

Toni se queda mirándola con cariño. La besa en los labios y seca sus lágrimas con delicadeza.

- Te lo prometo

No es cierto. Pero desea que lo sea. Para Eva eso es suficiente como para sentirse feliz. Se duerme soñando con cielos multicolores y caricias que nunca se acaban.



No hay comentarios:

Publicar un comentario