martes, 11 de diciembre de 2012

Situaciones que lo cambian todo

Esta historia tiene lugar año y medio antes del inicio de La teoría de lo imposible

Sara está asustada. Quiere convencerse de lo contrario, que es una mujer fuerte que no tiene miedo a afrontar cualquier situación. Pero repetirlo muchas veces no va a convertirlo en verdad.

Lleva cinco días de retraso. Todavía no es nada preocupante, ni siquiera es la primera vez que le ocurre. Pero desde que la idea de que podía estar embarazada se le metió en la cabeza, le ha resultado imposible sacársela. Da lo mismo lo irracional o precipitada que sea. Hay temores que no podemos controlar. Son ellos los que nos controlan a nosotros.

No ha querido decirle nada a Javi. Aunque lo cierto es que tampoco hay nada que decir aún. ¿Por qué asustarle antes de tiempo? 

Es lo que se dice, pero está incurriendo en una nueva mentira. Si no se lo ha contado no ha sido por no preocuparle, sino porque no quiere que lo sepa. Pase lo que pase, y decida lo que decida, no está segura de querer que su novio forme parte de esa decisión. 

Con el tiempo, Sara se dará cuenta de que ese fue el primer indicio de que algo no iba bien en su relación.

Alguna gente te habla del milagro de la vida, de lo maravilloso que es tener un niño. Otras personas le quitan importancia al tema y comentan lo fácil que resulta abortar. Ni una cosa ni la otra. Tome la decisión que tome, está jodida. Es una de esas situaciones que lo cambian todo.

No duerme durante dos noches más, haciendo planes con respecto a hipótesis aún no confirmadas. Le da mil vueltas, cambia de idea cientos de veces. Evalúa cada escenario hasta casi volverse loca.

Al final, 24 horas más tarde, le baja la regla. Se encierra en el baño a llorar. No está segura de si de alegría o de tristeza. No sabe lo que siente. No sabe si quiere saberlo.


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