- Álex, ¿quieres hacer el favor de cambiar esa cara?
- Lo siento mucho, pero es mía y le tengo cariño. No pienso ir al cirujano plástico
- Ja, ja, ja. Deberías ser humorista. Pero haciendo el número en el zoo. Tú harías tus payasadas y el público te recompensaría tirándote pescado crudo
Kim frunce el ceño y pone morritos de enfado. Permanece así durante casi un minuto, desafiante, hasta que no puede contener más la risa. Le tira una bola de plástico a Álex, dándole en la cabeza.
- ¡Ouch! ¿A qué ha venido eso?
- A que quiero que colabores. Es nuestra primera navidad juntos. ¿Dónde está tu espíritu navideño?
- Creo que guardado en el desván, en una de las cajas
- Y sigue el festival del humor...
Álex coge a su novia por la cintura, la atrae hacia él y comienza a besarla por toda la cara, exageradamente, logrando que cada beso suene estruendosamente.
- Ahora en serio, Kim. Soy feliz, pero sabes que nunca he tenido mucho espíritu navideño
- Pues muy mal. Todo el mundo debería tenerlo. Cuando domine el mundo, será mi primera orden
"Espíritu navideño es pararte un momento a pensar en las cosas buenas que tienes en tu vida. Dedicarle un pensamiento a cada persona a la que quieres. Regalarte una sonrisa sólo porque sí".
"Somos estúpidos y olvidadizos. Y pecamos de derrotistas. Pero medio lleno o medio vacío, el vaso siempre tiene algo dentro. Así que bebamos para celebrarlo. ¿Puedes hacer eso por mí?"
El chico asiente con la cabeza. Kim le guiña un ojo y le tira otra bola de plástico a la cabeza. Sale corriendo, entre carcajadas. Es afortunada. Tiene a Álex. Es todo lo que quiere por Navidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario